[Reseña] Jóvenes Titanes: Año Cero

Escrito por Peribáñez el martes, octubre 01, 2013 | martes, octubre 01, 2013

Guion: Scott Lobdell
Dibujo: Brett Booth, Tyler Kirkham
Portada: Brett Booth
Recopila Teen Titans nº 0, 1-6
Edición española: ECC Ediciones, 2013. 14,95 €.

Con la llegada del Nuevo Universo DC los Jóvenes Titanes fueron renovados de arriba abajo de la mano del guionista Scott Lobdell y del dibujante Brett Booth. Quienes seguíais la serie anterior (en España publicada en multitud de formatos) sabéis que el núcleo duro de aquella encarnación eran Kid Flash, Robin, Superboy y Wonder Girl, habiendo otros personajes que continuamente entraban y salían. Para esta nueva versión el protagonismo sigue recayendo en esos cuatro personajes y tres nuevos integrantes: Búnker, Skitter y Solsticio. Esta serie se sitúa en lo que podemos denominar el Año Cinco del Nuevo Universo DC (han pasado unos cinco años desde la aparición de Superman), cuando surge una generación de mutantes metahumanos juveniles que son vistos con temor por la sociedad. Aparece entonces una misteriosa organización (N.O.W.H.E.R.E) que pretende capturarlos, a la vez que también lo hace un Red Robin dispuesto a encontrarlos antes. En concreto, se da caza a Wonder Girl (una ladrona obsesionada en objetos arqueológicos, entre ellos unos brazaletes y un lazo que le conceden habilidades especiales), pero también a un Kid Flash que no controla su poder de la velocidad, mientras otros como Solsticio ya son sus presas. Entre unas cosas y otras van apareciendo nuevos personajes, entre ellos Superboy, que aquí trabaja al servicio de N.O.W.H.E.R.E. y es el gran enemigo a batir por estos Jóvenes Titanes.

Pese a las lógicas reticencias que muchos podíamos tener hacia un comic escrito por Scott Lobdell, la verdad es que este es entretenido. Yo diría que cumple con el objetivo que se marcó DC, cuando criticó que en los últimos tiempos hubiese demasiado diálogo y poca acción en los cómics de superhéroes, y que había que cambiar ese enfoque. Me parece un acierto. Porque aunque hay guionistas con una gran habilidad para escribir diálogos (Bendis, Brubaker, Millar), otros por más que lo intentan no llegan a ese nivel, así que ¿para qué pedirle peras al olmo? Si lo que a Lobdell se le da bien son los cómics de acción, que haga eso. Al fin y al cabo, para cómics que exploran la personalidad de los protagonistas ya tuvimos la serie anterior, y precisamente lo que buscaba DC era ofrecer algo diferente, por lo que comprendo el cambio de enfoque, me guste más o menos.

En lo que se refiere al argumento, tal vez no estamos ante una obra que destaca por su originalidad, ya que la idea de una organización secreta y la caza de metahumanos es algo bastante manido. El papel de Superboy como uno de los malos o los problemas de Kid Flash para controlar sus poderes también los hemos visto en series anteriores, así que... Vaya, para qué engañarnos, a muchos lectores nos suena a visto. Eso sí, tenemos novedades en la introducción de Búnker o Skitter, si bien me temo que estos personajes no encandilarán a muchos lectores y que con el paso del tiempo quedarán relegados a un papel terciario. Aparte del espantoso diseño de estos, la personalidad de ambos es bastante discutible, siendo la de Búnker la que puede generar más rechazo: parece estar escrito respondiendo al prototipo de homosexual. En cambio, reconozco que me gusta el tratamiento de chica dura que recibe Wonde Girl.

En general, tengo la sensación de que estamos ante un Teen Titans meets WildStorm, tal vez por que la premisa me recuerda a Gen 13 o por los dibujos de Brett Booth, que inevitablemente remiten al estilo de ese sello editorial. Digamos que este comic no desentonaría si hubiese sido publicado allá por 1996. Esto no tiene por qué ser malo, ojo, que también hay un público nostálgico de esa época. Sobre Booth, tiene cosas buenas y otras malas: siempre me alegro de que un dibujante es capaz de hacer tantos episodios consecutivos y sin ayuda de otros, ya que eso le da cierta homogeneidad a la obra, pero por otra parte Booth sufre muchas carencias artísticas. Es una pena, ya que igual que las secuencias de acción le salen bastante bien, los momentos pausados suelen quedarle algo toscos.

Por lo que se refiere a la edición española, cuando ECC Ediciones comenzó la publicación en español del Nuevo Universo DC hubo que seleccionar entre las 52 series que se publicaban en aquellos momentos en EEUU. Entre las que generaban dudas parecían estar las escritas por Scott Lobdell, es decir, Capucha Roja y los Forajidos, Jóvenes Titanes y Superboy. La primera consiguió una oportunidad, tal vez por estar protagonizada por Jason Todd (antiguo Robin) y por lucir en la portada el reclamo de que era una serie relacionada con Batman. El experimento debió salir bien, ya que después de Redención vino un nuevo tomo, La historia de Starfire, y seguidamente un tercero titulado La muerte de la familia. Este último se relacionaba con la saga homónima del Hombre Murciélago y, además, incluía episodios de los Jóvenes Titanes. A la vista de esta circunstancia, se hacía raro publicar los números 15 y 16 de Teen Titans cuando los anteriores no habían visto la luz en nuestro país. Para solventar este problema, ECC decidió publicar al menos el libro Jóvenes Titanes: Año Cero, recopilando los seis primeros episodios y el número 0 -aunque en EEUU se había publicado entre los números 12 y 13, encajaba perfectamente antes que el número 1.

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