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La importancia del número 1

Escrito por Peribáñez el domingo, noviembre 04, 2018 | domingo, noviembre 04, 2018

Renumerar es, obviamente, volver a numerar... que en el mundo de los cómics equivale a cancelar una serie en curso y volver a lanzarla desde el número 1. Esta tendencia a renumerar las series viene por el efecto sicológico que parece tener en los lectores. Por ejemplo, hay personas que no comprarían el número 532 de una serie, pero sí el 1... pese a que ese número 1 tendría los mismos autores y el mismo enfoque que había en el 531. ¿Es absurdo? Sí, pero los seres humanos somos un poco estúpidos.

Superman nº 233... o nº 1. 
A principios de los años 70 los responsables del Hombre de Acero plantearon una nueva etapa que iba a comenzar en el número 233 de Superman. Nuevos autores, nuevo enfoque... debía ser un punto de inflexión en la historia del personaje, un punto ideal para que los lectores se pudieran subir al carro de sus aventuras. Para reforzar la idea pusieron en portada un 1 gigantesco y un rótulo que destacaba la palabra new. La numeración histórica no se vio afectada, ya que al mes siguiente salió el 234 con normalidad, pero desde luego aquel comic parecía ser un auténtico número 1. Este comic se puede considerar el origen de una maniobra comercial que ha llegado hasta nuestros días. Sin embargo, el truco no se repitió en otros títulos contemporáneos, tal vez porque en Superman no aumentó considerablemente las ventas.

Por entonces se dieron casos de series que fueron canceladas, pero que tiempo después volvieron al mercado siguiendo la numeración. Por ejemplo, la serie Teen Titans cerró con el número 43 (1973), pero regresó en una nueva etapa que empezó en el número 44 (1976), o Green Lantern, que fue cancelada en el número 89 (1972) y volvió años después con el 90. Esto da a entender la importancia que tenía la numeración histórica: en lugar de lanzar un nuevo volumen de Green Lantern o Teen Titans con el número 1 en portada, los editores preferían respetar la numeración existente. Un caso bastante llamativo es el de The Flash: la serie de Barry Allen empezó en 1959 no por el número 1, sino por el 105, porque retomaron la numeración de la serie homónima que claudicó... diez años antes.

En 1978 la editorial lanzó una potente campaña llamada DC Explosion, por la que aparecieron multitud de nuevas colecciones, y que fue un rotundo fracaso que se conocería, irónicamente, como DC Implosion. Debido a este descalabro, en los años siguientes se agudizó el ingenio de los editores: desde contratar a un prometedor guionista de Northampton para The Swamp Thing a lanzar series en el formato de lujo...

The New Teen Titans nº 1 (1980).
Durante la primera mitad de los años 80 una de las colecciones más populares fue The New Teen Titans, que ya en su primer número recordaba al Superman nº 233: la palabra new estaba remarcada e incluso formaba parte del título, empezaba realmente desde el número 1 omitiendo la numeración de la anterior Teen Titans, el 1 tenía aspecto visiblemente llamativo... Ahora, el prestigio de tener una serie centenaria ya no tenía tanta importancia. Había que vender.

Durante esta década los Nuevos Titanes protagonizaron trucos comerciales. En 1984 se lanzó un segundo volumen de The New Teen Titans, ahora con mejor papel e impresión, mientras que la serie anterior cambió por Tales of the Teen Titans, en la cual se publicaron historias nuevas hasta el número 58. En 1988, otro cambio: se eliminó la palabra teen y el título se quedó en The New Titans coincidiendo con el número 50.

Detrás de todo esto estaban el editor Len Wein pero, sobre todo, el guionista y también editor Marv Wolfman. Cuando Wolfman planteó Crisis en tierras infinitas se fijó dos objetivos: primero, que al término de la historia la continuidad del Universo DC debía empezar totalmente desde cero y, segundo, que todas las series tenían que ser canceladas y lanzadas de nuevo desde el número 1. Finalmente, la editorial no se atrevió a tanto, ni en una cosa ni en la otra, pero en lo que se refiere a la numeración sí canceló y relanzó muchas series. En 1985 cerró The Flash, con 250 números publicados, en 1986 hizo lo propio con Wonder Woman, con otros 329... En algunos casos, como Superman, recurrió a la ingeniera editorial: cambió el título por Adventures of Superman manteniendo la numeración (423 números publicados) y lanzó un nuevo volumen de Superman desde el número 1. En otros casos, como los de Batman o Detective Comics, simplemente lo dejó como estaba. Así es que durante la segunda mitad de los 80 se cancelaron títulos con gran tradición y se relanzaron desde el número 1, en algunos presentando un reinicio de la continuidad (Wonder Woman de George Pérez, etc.) y en otros un cambio en el enfoque (Wally West se convirtió en Flash, etc.). En general, el relanzamiento del Universo DC fue un éxito por la llegada de nuevos autores, por la libertad creativa que disfrutaban, por la posibilidad de innovar... pero también por el papel de la editorial, que canceló series históricas sin pudor y las relanzó desde el número 1 con el fin de llamar aún más la atención del público.

Generalmente, el término "volumen" se refiere a cada una de esas series que empiezan desde el número 1 y que comparten título con otras publicadas anteriormente. Por ejemplo, de Detective Comics hay un volumen 1, que es el que se publicó entre 1937 y 2011, y un volumen 2 que salió entre 2011 y 2016. Siguiendo con este caso, cuando la serie recuperó la numeración histórica el concepto se volvió un poco confuso: ¿Es el volumen 1? ¿Se debe contabilizar como una extensión del volumen 2? ¿O, simplemente, es un volumen 3 que no empieza desde el número 1? Cada lector tiene una opinión. 

Mientras tanto, Marvel parecía estar en una posición cómoda. Tenía series que vendían mejor y otras que peor, pero seguía copando la mayor parte del mercado. Algunos títulos como Daredevil o The Mighty Thor pasaron por malos momentos, pero las exitosas etapas de Frank Miller y Walt Simonson sirvieron para relanzarlos sin necesidad de reinicios ni renumeraciones. En Marvel, como DC, también era habitual mantener las numeraciones históricas, pero no era dada a los reinicios de la continuidad. Seguramente, Marvel tenía una continuidad más sólida por haber sido fijada desde el principio por unos pocos autores (Stan Lee, Jack Kirby, Steve Ditko, etc.), mientras que DC tenía un catálogo de personajes variopintos, algunos de los cuales hasta procedían de otras editoriales (Fawcett, Charlton y Quality). En Marvel no se reiniciaba y, por tanto, tampoco se renumeraba.

LOS AÑOS 90

Con la entrada en los años 90 las cosas se volvieron cada vez más turbulentas. Fueron tiempos de especulación, de muchísimas nuevas series, de ediciones especiales... En 1992 se estrenó Team Titans con cinco versiones del número 1, siguiendo el modelo del exitoso X-Men nº 1 de Jim Lee, en este caso cada uno con contenidos propios. En 1994, con motivo del evento Hora Cero: Crisis en el tiempo, se presentó el número 0 de todas las series, el cual sirvió para explicar el origen de los personajes, y así intentar captar la atención de los lectores. En este caso no se trató de una renumeración al uso, ya que al mes siguiente se volvió a la numeración corriente. Tampoco lo fue en 1998, cuando la numeración de las series se interrumpió de nuevo con los números 1.000.000, como parte de un evento escrito por Grant Morrison. Se podría decir que si los números 0 nos llevaban al pasado, los 1.000.000 nos mostraban un lejano futuro.

En 1996 Marvel recurrió también a estos trucos comerciales por primera vez cuando varias series fueron canceladas y sustituidas por nuevos volúmenes a cargo de Rob Liefeld y Jim Lee en el proyecto conocido como Heroes Reborn. Solo un año después, estas fueron canceladas y se lanzaron nuevos volúmenes con otro número 1 en portada. Así es que la Casa de las Ideas, que durante todo este tiempo había respetado las numeraciones históricas, en menos de dos años sacó números 1 de Captain America, entre otras. Si DC lo hizo en los 80 por una urgente necesidad comercial, la situación ahora de Marvel, en bancarrota y mal gestionada, tampoco era más halagüeña. En los años siguientes Marvel repetiría la jugada con la cancelación de títulos tan clásicos como The Amazing Spider-man o The Incredible Hulk para su posterior relanzamiento en volúmenes que empezaban desde el número 1.

Hacia los 2000, aún de resaca por los años anteriores,  se empezaron a simplificar las cosas. Por ejemplo, en lugar de tener cuatro series de la Liga de la Justicia, a cada cual peor, se cancelaron todas y se lanzó una sola (JLA). También se empezó a probar con otra fórmula: cancelar series y lanzar otras similares, pero con un título distinto. Así es que en 1999 cerró Shadow of the Bat coincidiendo con el término de Tierra de Nadie y, a continuación, salió Gotham Knights, que aunque tenía otro enfoque venía a cubrir el mismo hueco en el mercado.

En España el fenómeno de las renumeraciones es similar y durante años se recurrió a ello en muchísimas ocasiones. Un caso anecdótico es el de Daredevil: Forum se equivocó y nominó erróneamente el volumen 3 como volumen 2, por lo cual existían dos volúmenes 2.  

LOS AÑOS 2000

Wonder Woman nº 600 (2010).
En 2001 Marvel empezó a añadir a sus portadas las numeración que la serie hubiera tenido de no haber sido cancelada. Esto es, por ejemplo, que el número 30 de The Amazing Spider-man sería el 471, si no hubiera sido renumerada en 1999. Sirvió para contentar a los lectores veteranos, pero también para convertir un simple número 59 en el mismísimo 500. Como los números 1, todo un 500 también funcionaba como reclamo y de ahí en adelante se retomó la numeración histórica. La jugada se repitió en otras series, como Fantastic Four, que pasó del 70 al 500.

En DC no se imitó este sistema de renumeración. De haberlo hecho, de The Flash o Wonder Woman, entre las series que cerraron en los años 80 y las que estaban en curso, hubieran superado los 300 y 400 números publicados, respectivamente. Pero, quién sabe si porque no gustaba a los editores, o por simple vergüenza de repetir una idea que claramente se había originado en Marvel, no se hizo. Hubo un caso puntual, pero al cabo de mucho tiempo, que es el de Wonder Woman, del que salió el 600 (2010).

LA ACTUALIDAD

En 2011 DC hizo algo inesperado: reiniciar el universo, cancelar todas las series, volver a lanzarlas desde el número 1... o sea, básicamente lo que Wolfman había propuesto hace treinta años. Así surgió el Nuevo Universo DC, que en su primera etapa se conoció popularmente como The New 52. Sin medias tintas, la editorial canceló las series que funcionaban mal, las que iban bien, las que estaban pasando por una etapa gloriosa... Todas. Salieron entonces 52 nuevas series al mercado, y las que gozaron de buenas ventas alcanzaron los 52 números publicados en 2016 (53 si se cuentan los números 0), momento en el que fueron de nuevo canceladas marcando el fin de The New 52. La mayoría de las series fueron canceladas, como Hawk and Dove o Grifter, y sustituidas por otras distintas, pero están los casos de Teen Titans, que fue cancelada y renumerada o el de Suicide Squad, que también fue cerrada pero relanzada con el nombre New Suicide Squad.

Ediciones Zinco publicó dos volúmenes de BatmanSupermanNuevos Titanes... Se podían diferenciar claramente por el formato, ya que los volúmenes 1 tenían unas dimensiones mayores a las típicas del comic-book.  Norma Editorial también tuvo en el mercado varias series de Batman y Superman, pero les cambió el título para distinguirlas: BatmanBatman: El Señor de la Noche, etc. Con Planeta DeAgostini hubo de todo: los volúmenes 1 de Batman y de Superman salieron en tomo y los volúmenes 2 en grapa, mientras que otras series como Jóvenes Titanes Outsiders pasaron de volúmenes 1 a colecciones "familiares" como DC Presenta. En la actualidad, la política de ECC es la de tener doble numeración: la histórica, que empezó con el Nuevo Universo DC, y la actual, siempre pendiente de los relanzamientos que pueda haber, como fue el caso de Renacimiento.
En Marvel, en cambio, durante estos años apostaron por un sistema distinto, al menos en lo que se refiere a los títulos menores o secundarios, como pueden ser los del Caballero Luna o Estela Plateada. En lugar de mantener las series todo el tiempo posible en el mercado, les trataban como si fueran series limitadas encubiertas, y cuando terminaba un ciclo argumental eran canceladas y renumeradas. Es lo que popularmente se ha conocido como "temporadas", simulando las temporadas televisivas, que están limitadas en episodios y tienen un eje temático. Así es que en 2011 salió un volumen de Moon Knight de solo 12 números... tantos como escribió Brian Michael Bendis antes de dejar la serie. En algunos casos Marvel renumeraba cambiando ligeramente el título, como ocurre con The Incredible Hulk, que en 2013 pasó a Indestructible Hulk y en 2016 a Totally Awesome Hulk... si al cambiar el título estas series se contabilizan o no como nuevos volúmenes de una misma e histórica colección es un tema de debate.

Action Comics nº 957 (2016).
En DC, con el fin de The New 52, se abrió una nueva etapa (Rebirth) con la que se intentó conectar con los lectores veteranos que, molestos por el reinicio del Universo DC, se marcharon en 2011. Con esto en mente, por una parte la editorial retomó la numeración histórica de títulos tan clásicos como Action Comics o Detective Comics... series que, a pesar de contar con unos títulos un tanto impersonales, se siguieron publicando durante The New 52, seguramente porque la propia DC sabía que en algún momento se retomarían las altas numeraciones. De esta forma, Action Comics pasó del número 52 al 957 y Detective Comics del 52 al 934. A nadie se le escapaba que los números 1000 estaban a la vuelta de la esquina, así que adoptaron la periodicidad bimensual para alcanzar pronto esta magna cifra de números publicados. Por otra parte, las series Batman o Superman, entre otras, no retomaron las numeraciones históricas, sino que fueron renumeradas desde el 1. Esto demuestra la doble posición en la que se encuentra la editorial: las altas numeraciones son un símbolo de prestigio, pero renumerar desde el 1 contribuye a mejorar las ventas.

En 2018 se utilizó una fórmula mixta: el número 39 de The Flash sería al 700 contando todos los cómics publicados a lo largo de las pasadas décadas, así que se lanzó una portada alternativa en la que se veía un 700 y el texto "¡Celebrando 700 números!". De esta forma, la numeración se mantiene baja y aparentemente accesible a los lectores y, al mismo tiempo, se reconoce la extensa trayectoria de estos títulos.

2 comentarios :

jordiguol dijo...

Muy interesante, gracias por la información

Peribáñez dijo...

Gracias, jordiguol.