1) Mientras siguen las críticas de muchos espectadores hacia la película Man of Steel, parece que Warner ya está preparando la secuela, que se podría comenzar a rodar el año que viene. La noticia más relevante al respecto es que aparecería Lex Luthor y que estaría interpretado por Mark Strong. Curiosamente, Strong también fue el villano Sinestro en Green Lantern. Como algún día Luthor y Sinestro se tengan que encontrar... ¡menudo lío!
2) El relanzamiento de Superman con motivo de The New 52 no salió todo lo bien parado que cabía esperar. Entre que Grant Morrison se fue al poco tiempo, que George Pérez polemizó sobre el trato que le habían dado... Total, que los cómics siguen saliendo, sí, pero con cierta inestabilidad en los equipos creativos. Lo último fue la salida de Andy Diggle, su sustitución por Scott Lobdell -últimamente, es el hombre para todo- y ahora, el anuncio de que Action Comics contará con Greg Pak como guionista a partir de septiembre de 2013, cuando se publicará Action Comics 23.2. Esta extraña numeración se debe a que DC Comics dedicará ese mes a los villanos y se publicarán varios números de un mismo episodio. De hecho, Pak se ocupará también de Justice League 23.1 (Darkseid) y Batman / Superman nº 3.1 (Juicio Final), si bien de esta última serie ya se encarga regularmente.
domingo, junio 30, 2013
sábado, junio 29, 2013
[Reseña] El origen de Superman
Guion: Geoff Johns
Dibujo: Gary Frank
Portada: Gary Frank
Recopila Superman: Secret Origin nº 1-6 (2009)
A lo largo y ancho de sus 75 años de historia el origen de Superman ha sido revisionado en multitud de ocasiones, aportando en cada una de ellas nuevos elementos que enriquerían la leyenda de este personaje. A veces, esos cambios eran tremendamente positivos y permitían durante años generar historias que, si no hubiesen producido, no habrían sido posibles. Otras veces, los cambios resultaban insustanciales y, peor aun, no hacían más que marear al lector. Desde el comienzo de este siglo se han prodigado las reinterpretaciones del Hombre de Acero, si bien la publicada en 2009 parecía la definitiva. Se trata de Secret Origin, una serie limitada de seis números realizada por un equipo creativo de lujo (Geoff Johns y Gary Frank), que cuenta el origen de personaje remitiendo claramente a la época de la Edad de Plata y con importantes influencias de las películas (las dos primeras dirigidas por Richard Donner) y series de televisión (Smallville, concretamente), hasta el punto de que Superman es dibujado con la cara de Christopher Reeve. También se aprovechan ideas procedentes de otras versiones, como las de John Byrne referentes al Lex Luthor empresario y dueño en la práctica de Metrópolis, o a la primera aparición pública de Superman, que conmociona a la gente.
Aunque esta historia se publicó como una serie limitada propia, en realidad venía a pertenecer a la etapa que Geoff Johns había iniciado en Action Comics en 2006. De hecho, se puede decir que es la culminación del trabajo de este guionista: cuando las aventuras de Superman fueron relanzadas ese año a raíz de Crisis Infinita, la continuidad del personaje estaba abierta a cambios y estos se presentarían poco a poco, pero no fue hasta Secret Origin cuando se pusieron en orden y se presentaron de forma cronológica. Entre 2006 y 2009 los lectores fuimos descubriendo paulatinamente en qué consistían esos cambios: en el arco Up, up and away! (Superman: Un año después) nos encontramos con un Lex Luthor que volvía a ser un científico loco; en Último hijo conocimos al General Zod y el resto de kryptonianos atrapados en la Zona Fantasma siguiendo con la versión de las películas; en Superman y la Legión de Superhéroes quedó claro que el personaje había sido Superboy durante su infancia y también un legionario... El Krypton de Richard Donner se convertía en el canon, presentando en los cómics un mundo plagado de formas cristalinas y científicos que vestían de blanco impoluto. La serie Smallville, en boga en esos momentos, también dejaba su impronta en los tebeos, pues el argumento giraba en torno a la amistad de Clark y Lex cuando eran jóvenes y vivían en Kansas; una idea peregrina, sí, pero que en realidad era originaria de viejos cómics de la Edad de Plata y que sería adaptada a los actuales. En definitiva, Secret Origin cumplió con su objetivo de presentar un comic que sirviese como introducción al personaje, pues repasaba el que debía ser el origen definitivo de Superman.
Tal vez, el problema de Secret Origin está que no cuenta una historia propia, sino que recopila muchas ideas aisladas y Geoff Johns no las termina de hilar. Un lector neófito se puede preguntar qué pasa entonces con Lana Lang, que aparece en el primer capítulo y no vuelve a aparecer en el resto de la serie, o quiénes son esos personajes (Brainiac, General Zod, Juicio Final) que en un momento dado aparecen cuando se narra el origen de Krypton. Digamos que el guionista acierta al hacer hincapié en algunos temas, pero otros los deja en el aire, dando por hecho que los lectores sabemos de qué van o que compraremos otros cómics para saberlo. Así es que en algunos momentos se juega con la complicidad de los lectores veteranos, que sonreímos cuando llega un cohete a Smallville y sabemos QUIÉN va dentro, y en otros casi parece una promoción de otros cómics, como el mencionado Último hijo. Hay un poco de todo, en este sentido. Personalmente, me incomoda la poca atención que se le presta a la destrucción de Krypton... o mejor dicho, la nula atención, pues no se le dedica más que unas palabras en boca de Jor-El. Para ser el origen definitivo de Superman, sorprende que un hito tan fundamental como este no se muestre en ningún momento, aun siendo tan popular que no hace falta ni explicarlo. Dejando a un lado la construcción de la historia, los diálogos de Johns son funcionales y, en algún momento puntual, rozan la perfección. De hecho, podemos encontrar algunos que fueron reciclados para la película Man of Steel (2013).
Si centramos la atención sobre Gary Frank, poco se puede decir de este dibujante que no se haya dicho anteriormente: dibujo detallista, perfecta caracterización de los personajes, narración estupenda... A mí lo que me encanta es que dibuja a Superman con un aspecto musculado, pero dentro de las posibilidades humanas, esto es que no lo dibuja como si fuese un armario empotrado. El detalle de que el rostro de Superman es del de Christopher Reeve también es un grandísimo acierto, pues humaniza al personaje y ayuda a vincular esta versión con las de las películas que protagonizó este actor. La verdad es que no se le puede echar nada en cara a Frank.
Por último, comentar que este comic fue publicado por Planeta DeAgostini en el libro DC Orígenes: Superman (2011) y que este mismo mes de junio de 2013 ha sido editado también por ECC en El origen de Superman. La diferencia entre las dos ediciones está en que la primera tenía unas dimensiones muy amplias y un precio superior (20 €), mientras que la segunda respeta el formato comic book y sale muy económico: 7,95 €. Esto último se debe también a se está intentando aprovechar el tirón de la película de Zack Snyder para intentar captar nuevos lectores, tanto es así que se ha distribuido en exclusiva en los supermercados Lidl.
Dibujo: Gary Frank
Portada: Gary Frank
Recopila Superman: Secret Origin nº 1-6 (2009)
A lo largo y ancho de sus 75 años de historia el origen de Superman ha sido revisionado en multitud de ocasiones, aportando en cada una de ellas nuevos elementos que enriquerían la leyenda de este personaje. A veces, esos cambios eran tremendamente positivos y permitían durante años generar historias que, si no hubiesen producido, no habrían sido posibles. Otras veces, los cambios resultaban insustanciales y, peor aun, no hacían más que marear al lector. Desde el comienzo de este siglo se han prodigado las reinterpretaciones del Hombre de Acero, si bien la publicada en 2009 parecía la definitiva. Se trata de Secret Origin, una serie limitada de seis números realizada por un equipo creativo de lujo (Geoff Johns y Gary Frank), que cuenta el origen de personaje remitiendo claramente a la época de la Edad de Plata y con importantes influencias de las películas (las dos primeras dirigidas por Richard Donner) y series de televisión (Smallville, concretamente), hasta el punto de que Superman es dibujado con la cara de Christopher Reeve. También se aprovechan ideas procedentes de otras versiones, como las de John Byrne referentes al Lex Luthor empresario y dueño en la práctica de Metrópolis, o a la primera aparición pública de Superman, que conmociona a la gente.
Aunque esta historia se publicó como una serie limitada propia, en realidad venía a pertenecer a la etapa que Geoff Johns había iniciado en Action Comics en 2006. De hecho, se puede decir que es la culminación del trabajo de este guionista: cuando las aventuras de Superman fueron relanzadas ese año a raíz de Crisis Infinita, la continuidad del personaje estaba abierta a cambios y estos se presentarían poco a poco, pero no fue hasta Secret Origin cuando se pusieron en orden y se presentaron de forma cronológica. Entre 2006 y 2009 los lectores fuimos descubriendo paulatinamente en qué consistían esos cambios: en el arco Up, up and away! (Superman: Un año después) nos encontramos con un Lex Luthor que volvía a ser un científico loco; en Último hijo conocimos al General Zod y el resto de kryptonianos atrapados en la Zona Fantasma siguiendo con la versión de las películas; en Superman y la Legión de Superhéroes quedó claro que el personaje había sido Superboy durante su infancia y también un legionario... El Krypton de Richard Donner se convertía en el canon, presentando en los cómics un mundo plagado de formas cristalinas y científicos que vestían de blanco impoluto. La serie Smallville, en boga en esos momentos, también dejaba su impronta en los tebeos, pues el argumento giraba en torno a la amistad de Clark y Lex cuando eran jóvenes y vivían en Kansas; una idea peregrina, sí, pero que en realidad era originaria de viejos cómics de la Edad de Plata y que sería adaptada a los actuales. En definitiva, Secret Origin cumplió con su objetivo de presentar un comic que sirviese como introducción al personaje, pues repasaba el que debía ser el origen definitivo de Superman.
Tal vez, el problema de Secret Origin está que no cuenta una historia propia, sino que recopila muchas ideas aisladas y Geoff Johns no las termina de hilar. Un lector neófito se puede preguntar qué pasa entonces con Lana Lang, que aparece en el primer capítulo y no vuelve a aparecer en el resto de la serie, o quiénes son esos personajes (Brainiac, General Zod, Juicio Final) que en un momento dado aparecen cuando se narra el origen de Krypton. Digamos que el guionista acierta al hacer hincapié en algunos temas, pero otros los deja en el aire, dando por hecho que los lectores sabemos de qué van o que compraremos otros cómics para saberlo. Así es que en algunos momentos se juega con la complicidad de los lectores veteranos, que sonreímos cuando llega un cohete a Smallville y sabemos QUIÉN va dentro, y en otros casi parece una promoción de otros cómics, como el mencionado Último hijo. Hay un poco de todo, en este sentido. Personalmente, me incomoda la poca atención que se le presta a la destrucción de Krypton... o mejor dicho, la nula atención, pues no se le dedica más que unas palabras en boca de Jor-El. Para ser el origen definitivo de Superman, sorprende que un hito tan fundamental como este no se muestre en ningún momento, aun siendo tan popular que no hace falta ni explicarlo. Dejando a un lado la construcción de la historia, los diálogos de Johns son funcionales y, en algún momento puntual, rozan la perfección. De hecho, podemos encontrar algunos que fueron reciclados para la película Man of Steel (2013).
Si centramos la atención sobre Gary Frank, poco se puede decir de este dibujante que no se haya dicho anteriormente: dibujo detallista, perfecta caracterización de los personajes, narración estupenda... A mí lo que me encanta es que dibuja a Superman con un aspecto musculado, pero dentro de las posibilidades humanas, esto es que no lo dibuja como si fuese un armario empotrado. El detalle de que el rostro de Superman es del de Christopher Reeve también es un grandísimo acierto, pues humaniza al personaje y ayuda a vincular esta versión con las de las películas que protagonizó este actor. La verdad es que no se le puede echar nada en cara a Frank.
Por último, comentar que este comic fue publicado por Planeta DeAgostini en el libro DC Orígenes: Superman (2011) y que este mismo mes de junio de 2013 ha sido editado también por ECC en El origen de Superman. La diferencia entre las dos ediciones está en que la primera tenía unas dimensiones muy amplias y un precio superior (20 €), mientras que la segunda respeta el formato comic book y sale muy económico: 7,95 €. Esto último se debe también a se está intentando aprovechar el tirón de la película de Zack Snyder para intentar captar nuevos lectores, tanto es así que se ha distribuido en exclusiva en los supermercados Lidl.
viernes, junio 28, 2013
[Personaje] Erradicador (1989-2011)
INTRODUCCIÓN
Primera aparición:
- Action Comics Annual nº 2 (1989)
En principio, el Erradicador era un artefacto basado totalmente en el Krypton de John Byrne, un mundo frío, aséptico, sin emociones... que no tenía nada que
ver con el de la continuidad post-Crisis Infinita. Resulta casi
imposible que de este Krypon pudiera surgir un
arma de ese tipo, y menos defendiendo esos principios que ni por asomo
son los que vemos hoy día. El clérigo tampoco pudo estar en ese Krypton
del que nos habla (porque es una contradicción de esta versión) y en consecuencia no pudo coger el Erradicador y menos aún
entregarselo a Kal-El. La ola se va haciendo más y más grande porque si
todo eso no pudo ocurrir tampoco debió haber estado presente en El
Reinado de los Superhombres para salvar la vida de Superman. No se sabe exactamente en qué estado quedó la continuidad de este personaje.
HISTORIA
El Erradicador fue creado hace 200.00 años en el planeta Krypton. En esa época un clérigo de nombre desconocido llegó a Krypton como misionero de su fe. El clérigo predicaba contra las prácticas de clonación en ese planeta y como tenía seguidores, los líderes del gobierno lo consideraba un fanático peligroso e insubordinado, decidido a minar los progresos científicos de Krypton. Kem-L, del Consejo Científico, recibió la tarea de lograr los medios de eliminar la influencia externa.
Kem-L, un ancestro de Superman, creó un aparato que contenía los gloriosos ideales de Krypton, al que llamó Erradicador. Aunque en principio era un arma, Kem-L teorizó que la energía del Erradicador ataría a los kryptonianos a su planeta, al alterar el patrón genético de toda la raza. Cuando un soldado del gobierno usó el Erradicador contra el clérigo ajustó mal los controles y destruyó varios kilómetros cuadrados. Sólo el clérigo sobrevivió, y deseoso de prevenir más destrucción tomó el Erradicodr, reunió a sus seguidores en una nueva y abandonó Krypton. Pero el Erradicador ya había afectado a los kryptonianos y murieron todos los que acompañaron al clérigo (el único que ha sobrevivido fuera de su mundo es Superman). a través de los milenios el Erradicador desarrolló una inteligencia artificial y se posesionó del clérigo. Su energía lo conservó vivo a través del tiempo. Aun alejado de Krypton sus sensores hiperespaciales le permitieron observar todos los cambios en su planeta nativo. No se sabe el efecto preciso que tuvo la destrucción de Krypton sobre el aparato.
Durante un exilio en el espacio Superman encontró al clérigo, que se asombró al saber que aún vivía un kryptoniano. Le rogó al hombre de acero aceptar el Erradicador como un legado de Krypton. Superman usó la energía del Erradicador para volver a la Tierra. Una vez aquí Superman comprendió que era un instrumento muy peligroso para tenerlo en una zona poblada. Lo encerró en una cápsula metálica y lo enterró en una grieta en la Antártida.
Sin embargo, el Erradicador permaneció activo. Programado para preservar la esencia de Krypton, construyó una estación desde la cual transformaría a la Tierra. Cuando Superman trató de apagarlo cambió la base en un monumento subterráneo a las siete eras históricas de Krypton. Tras la creación de esta Fortaleza el Erradicador comenzó a manipular sutilmente a Superman hasta convertirlo en su imagen ideal de kryptoniano.
Preocupados por su hijo, Martha y Jonathan Kent viajaron a Metrópolis para descubrir que aquel se había convertido en un ser frío y sin emociones. El ahora llamado Kal-El llevó a los Kent a su Fortaleza de la Soledad para convencerlos de que su linaje kryptoniano era más importante que su vida en la Tierra. Cuando los Kent le señalaron las contradicciones de sus argumentos el Erradicador quiso silenciarlos. Superman salió a la defensa de sus padres y con la ayuda de Jonathan apagó el poder del Erradicador. El hombre de acero lo destruyó y lanzó al sol. Pero aunque el armazón físico del Erradicador se destruyó por el calor del sol, quedó viva la esencia de su energía. Con el tiempo esa esencia se fusionó con las reacciones termonucleares del corazón del sol y moldeó esa increíble energía para tomar forma humanoide. El Erradicador regresó a la Tierra decidido a reformar la Tierra en su imagen de la perfección kryptoniana. Empezó por transformar el sol en una enana roja, como la estrella de Krypton, y causó un gran desorden geofísico en la Tierra. Cuando Superman quiso detener al Erradicador éste casi le mata al lanzarlo al sol. Finalmente, con la ayuda de Emil Hamilton Superman atrapó al Erradicador dentro de la misteriosa gama de Míster Z, donde su energía quedó temporalmente dispersa.
Los robots de la Fortaleza siguieron un comando de seguridad impuesto por el Erradicador para colectar su energía y devolverlo a la vida en caso de que Superman muriera. La mente dañada del Erradicador se puso en el lugar de Superman y asumió el rol del último hijo de Krypton.
Como un humanoide, el Erradicador se unió con las fuerzas de Superman para luchar contra Cyborg y lo detuvo de destruir Metrópolis. Mientras que su cuerpo estaba siendo sanado, los robots de la Fortaleza le revelaron su verdadero origen. Se sacrificó aparentemente en un esfuerzo por escudar a Superman de una explosión letal de Kryptonita artificial - que esta a su vez se fusiona con la energía kryptoniana del Erradicador. El rayo que se originó de esta fusión impactó en Superman recargando sus poderes.
El cuerpo inerte del Erradicador fue examinado en los S.T.A.R. Labs hasta que se fusionó con el científico David Connor cuando éste tuvo un ataque cardíaco. El Erradicador estuvo durante algún tiempo con los Outsiders II y de vez en cuando se asoció con Superman.
El programa original del Erradicador siguió existiendo como parte de la Fortaleza. Cuando esta fue destruida en una batalla entre Superman y Dominus, el Erradicador tomó la forma de Kem-L e intentó manipular de nuevo la mente del hombre de acero. Finalmente, el programa tomó un papel de simple protector de la Fortaleza.
DESPUÉS DE CRISIS INFINITA
El Erradicador recuperó su forma humanoide, vistiendo además un traje que mezclaba elementos típicos de Krypton con otros de Superman. Pero durante el evento Crisis Infinita fue gravemente herido y quedó en estado de coma.
Algún tiempo después, volvió una vez más y se unió a los Outsiders para ejercer de unión entre Markovia (el país de Geofuerza) y Nuevo Krypton.
Durante el evento El reinado de Juicio Final los miembros de los Outsiders intentaron persuadir a Geofuerza de que expulsara al Erradicador, pero antes de que se pudiese tomar ninguna decisión apareció Juicio Final y lo mató, llevándose después su cuerpo inerte. Seguidamente, se supo que todos los miembros de la Familia Superman habían sido atacados y secuestrados por clones del auténtico Juicio Final, quienes eran controlados por un ser llamado Ejecutor Final. Durante estos acontecimientos, el Erradicador contribuyó en la victoria final gracias a que había introducido su mente en uno de esos Juicio Final. Desgraciadamente, cuando ese monstruo comenzaba a recuperar su libre albedrío, el Erradicador tuvo que sacrificarse para que la bestia no pudiese hacer más daño. Y así es como terminó la historia del Erradicador.

Durante un exilio en el espacio Superman encontró al clérigo, que se asombró al saber que aún vivía un kryptoniano. Le rogó al hombre de acero aceptar el Erradicador como un legado de Krypton. Superman usó la energía del Erradicador para volver a la Tierra. Una vez aquí Superman comprendió que era un instrumento muy peligroso para tenerlo en una zona poblada. Lo encerró en una cápsula metálica y lo enterró en una grieta en la Antártida.
Sin embargo, el Erradicador permaneció activo. Programado para preservar la esencia de Krypton, construyó una estación desde la cual transformaría a la Tierra. Cuando Superman trató de apagarlo cambió la base en un monumento subterráneo a las siete eras históricas de Krypton. Tras la creación de esta Fortaleza el Erradicador comenzó a manipular sutilmente a Superman hasta convertirlo en su imagen ideal de kryptoniano.
Preocupados por su hijo, Martha y Jonathan Kent viajaron a Metrópolis para descubrir que aquel se había convertido en un ser frío y sin emociones. El ahora llamado Kal-El llevó a los Kent a su Fortaleza de la Soledad para convencerlos de que su linaje kryptoniano era más importante que su vida en la Tierra. Cuando los Kent le señalaron las contradicciones de sus argumentos el Erradicador quiso silenciarlos. Superman salió a la defensa de sus padres y con la ayuda de Jonathan apagó el poder del Erradicador. El hombre de acero lo destruyó y lanzó al sol. Pero aunque el armazón físico del Erradicador se destruyó por el calor del sol, quedó viva la esencia de su energía. Con el tiempo esa esencia se fusionó con las reacciones termonucleares del corazón del sol y moldeó esa increíble energía para tomar forma humanoide. El Erradicador regresó a la Tierra decidido a reformar la Tierra en su imagen de la perfección kryptoniana. Empezó por transformar el sol en una enana roja, como la estrella de Krypton, y causó un gran desorden geofísico en la Tierra. Cuando Superman quiso detener al Erradicador éste casi le mata al lanzarlo al sol. Finalmente, con la ayuda de Emil Hamilton Superman atrapó al Erradicador dentro de la misteriosa gama de Míster Z, donde su energía quedó temporalmente dispersa.
Los robots de la Fortaleza siguieron un comando de seguridad impuesto por el Erradicador para colectar su energía y devolverlo a la vida en caso de que Superman muriera. La mente dañada del Erradicador se puso en el lugar de Superman y asumió el rol del último hijo de Krypton.
Como un humanoide, el Erradicador se unió con las fuerzas de Superman para luchar contra Cyborg y lo detuvo de destruir Metrópolis. Mientras que su cuerpo estaba siendo sanado, los robots de la Fortaleza le revelaron su verdadero origen. Se sacrificó aparentemente en un esfuerzo por escudar a Superman de una explosión letal de Kryptonita artificial - que esta a su vez se fusiona con la energía kryptoniana del Erradicador. El rayo que se originó de esta fusión impactó en Superman recargando sus poderes.
El cuerpo inerte del Erradicador fue examinado en los S.T.A.R. Labs hasta que se fusionó con el científico David Connor cuando éste tuvo un ataque cardíaco. El Erradicador estuvo durante algún tiempo con los Outsiders II y de vez en cuando se asoció con Superman.
El programa original del Erradicador siguió existiendo como parte de la Fortaleza. Cuando esta fue destruida en una batalla entre Superman y Dominus, el Erradicador tomó la forma de Kem-L e intentó manipular de nuevo la mente del hombre de acero. Finalmente, el programa tomó un papel de simple protector de la Fortaleza.
DESPUÉS DE CRISIS INFINITA
El Erradicador recuperó su forma humanoide, vistiendo además un traje que mezclaba elementos típicos de Krypton con otros de Superman. Pero durante el evento Crisis Infinita fue gravemente herido y quedó en estado de coma.
Algún tiempo después, volvió una vez más y se unió a los Outsiders para ejercer de unión entre Markovia (el país de Geofuerza) y Nuevo Krypton.
Durante el evento El reinado de Juicio Final los miembros de los Outsiders intentaron persuadir a Geofuerza de que expulsara al Erradicador, pero antes de que se pudiese tomar ninguna decisión apareció Juicio Final y lo mató, llevándose después su cuerpo inerte. Seguidamente, se supo que todos los miembros de la Familia Superman habían sido atacados y secuestrados por clones del auténtico Juicio Final, quienes eran controlados por un ser llamado Ejecutor Final. Durante estos acontecimientos, el Erradicador contribuyó en la victoria final gracias a que había introducido su mente en uno de esos Juicio Final. Desgraciadamente, cuando ese monstruo comenzaba a recuperar su libre albedrío, el Erradicador tuvo que sacrificarse para que la bestia no pudiese hacer más daño. Y así es como terminó la historia del Erradicador.
LECTURAS RECOMENDADAS
- Las Aventuras de Superman nº 27 (Planeta DeAgostini, 2007)
- La muerte de Superman (Planeta DeAgostini, 2008)
- Superman: El reinado de Juicio Final (ECC, 2012)
jueves, junio 27, 2013
[Artículo] Legends, de John Ostrander, Len Wein y John Byrne
Entre 1985 y 1986 DC Comics publicó Crisis en tierras infinitas, el primer gran evento que reunía a todos los personajes de su universo -multiverso, en realidad- de ficción, contando con multitud de tie-in (episodios de series regulares que se relacionaban con la saga, pero sin llegar a ser imprescindibles para comprender la lectura) y con un equipo creativo de lujo: Marv Wolfman, George Pérez y Jerry Ordway. La fórmula fue un éxito inmediato y no pasó mucho tiempo hasta que la editorial decidió repetir la jugada. Durante algunos meses se rumoreó con la publicación de una secuela de Crisis, pero lo que finalmente salió fue una serie más ligera en cuanto a contenidos, extensiones y pretensiones. Esa serie se tituló Legends.
Antes de seguir, hay que señalar que Crisis supuso un borrón y cuenta nueva para el Universo DC: ahora, no existían tierras paralelas, sino un solo mundo donde habitaban todos los personajes de la compañía. Aprovechando la coyuntura, también se modificó la continuidad de muchos de ellos, un proceso de renovación que, salvo puntuales excepciones, nos regaló algunos de los mejores cómics que jamás ha producido DC Comics. Sin embargo, también generaría discrepancias, ya que cada guionista iba por su cuenta y no tenía en cuenta las consecuencias para el resto de personajes. Pero en 1986 nadie era consciente aun de las enormes contradicciones que vendrían con el paso de los años. De momento, la prioridad era mostrar este remozado Universo DC a los lectores, y se haría mediante una serie que serviría de plataforma para el lanzamientos de nuevas series.
Todo comenzó cuando Dick Giordano (Vicepresidente y Editor Ejecutivo) telefoneó a Mike Gold (editor de varios títulos) para proponerle una miniserie al estilo de Crisis y protagonizada principalmente por personajes que iban a tener próximamente sus propias series. Giordano sugirió contar con dos guionistas, uno que con suficiente experiencia para escribir diálogos y otro que diera un enfoque fresco a los personajes. Los autores elegidos fueron John Ostrander y Len Wein. Posteriormente, en las reuniones se estableció utililizar un número muy reducido de personajes, siendo aquellos que podían ser considerados "leyendas" en el Universo DC. Se pretendía así que el proyecto fuese muy manejable y poder hacer hincapié en los caracteres de los personajes.
A la hora de elegir el villano al que tendrían que enfrentarse los protagonistas, la palabra leyenda remitió a los responsables a la legendaria saga que Jack Kirby había hecho en los años 70: el Cuarto Mundo. Darkseid, siempre acompañado de sus acólitos, era una buena elección como villano, y si bien su amenazaba en Legends no estaría al nivel de la del Anti-Monitor en Crisis, seguía siendo el enemigo definitivo del Universo DC. Además, era una la ocasión ideal para introducir la saga de Kirby en el actual contexto y dejar claro que los míticos cómics de "El Rey" seguían vigentes. En esta ocasión, el plan del Dios Oscuro consistía en generar controversia entre la sociedad respecto a los superhéroes con el fin de que se pusiesen en contra de ellos. El argumento era un claro ejemplo de la nueva DC: si hasta entonces los superhéroes de esta editorial habían sido adorados por la gente de a pie de calle, ahora serían vistos como unas rarezas de las que había que desconfiar, un poco en la línea de los superhéroes de Marvel Comics.
Ostrander tomó notas como para hacer ocho episodios y Wein comenzó a escribir los diálogos, encargándose a Bob Greenberger la coodinación de los posibles cruces con otras series. Giordano, por su parte, propuso dos personajes: Flash y el Capitán Marvel. Curiosamente, Superman y Wonder Woman, que en principio era quienes más claramente respondían al perfil de "leyendas" eran los que más inconvenientes daban, pues en esos momentos había planes para renovarlos y no se sabía exactamente en qué iban a consistir esos cambios. Fijémonos en que el primer número de Legends salió en noviembre de 1986 y el primero de la amazona no lo hizo hasta febrero de 1987; los guionistas ignoraban qué podía hacer George Pérez en ese tiempo. Y efectivamente, podía haber problemas de coordinación, pues Pérez no estaba contando una historia sobre el origen del personaje -como hizo Frank Miller con Batman en Año Uno-, sino que la serie en general mostraba sus primeras aventuras y, además, transcurría en el presente del Universo DC. Esto generaba una situación un tanto peculiar: se suponía que los superhéroes llevaban varios años en activo (Batman ya tenía en Jason Todd su segundo Robin, por ejemplo), pero Wonder Woman llegaba en ese momento al mundo de los hombres. Así es que su aparición en Legends se dio en el último número y sin apenas importancia para la historia, si bien tenía valor histórico por ser el primer encuentro entre la amazona y otros superhéroes.
Pero volviendo a la realización del comic, faltaba un dibujante. Se pensó en Ordway, pero no pudo ser posible por que estaba ocupado con unos episodios de Fantastic Four para la competencia, por lo que Giordano le ofreció el proyecto a John Byrne. Este autor estaba ocupado en esos momentos renovando a Superman en la serie limitada Man of Steel y, seguidamente, se iba a encargar de Action Comics y Superman, pero ya era legendaria su capacidad para hacer varios tebeos al mes. El canadiense aceptó con la condición de que Legends se limitase a seis episodios, con el fin de no sobrecargarse de trabajo. A diferencia de Crisis, esta historia no iba a estar tan recargada de personajes, así que Ostrander y Wein no tuvieron problema a la hora de contraerla. Por otra parte, el fichaje de Byrne era idóneo porque así la coordinación con las series de Superman sería mucho más fácil.
Finalmente, Legends fue publicada entre noviembre de 1986 y abril de 1987.
La historia, ya situada en el Universo DC post-Crisis, mostraba integrados a Blue Beetle, Canario Negro, Capitán Marvel y Dr. Destino (hasta entonces, eran personajes que vivían o estaban relacionados con otras tierras), a Wally West como el nuevo Flash (Barry Allen había muerto combatiendo al Anti-Monitor), a la Liga de la Justicia viviendo una de sus últimas aventuras (estaba previsto la cancelación de su serie y el lanzamiento de Justice League), al legionario Cósmico en el siglo 20, a Guy Gardner representando a los lanterns (por aquel entonces, Hal Jordan había perdido el protagonismo)... En el caso de Changeling, la verdad es que no había referencias a nada de lo que acontecía en The New Teen Titans ni tampoco el personaje venía de sufrir cambios de ningún tipo, por lo que pasó de puntillas por Legends. La presencia de Batman también fue testimonial, pues no mostraba ningún cambio y, como mucho, hubo una pequeña referencia a lo que el Joker le había hecho a Catwoman en los Detective Comics de Mike W. Barr y Alan Davis. Tampoco el personaje de Robin mostró el nuevo caracter de Jason Todd, pues el origen callejero no llegaría hasta Batman nº 408 (junio de 1987).
Respecto a los cruces con otras series, en la práctica no tenían especial importancia para la lectura de la saga. Si acaso, había algunos interesantes de seguir: en los números que van del 258 al 261 (enero-abril de 1987) de Justice League of America, la Liga se enfrentaba al Profesor Ivo, quien ya se había dejado ver en el número 2 de Legends, y como consecuencia de esta aventura, finalmente se desmantelaba. De ahí el Detective Marciano saltaría a las páginas del número 6 de Legends y se reuniría con el resto de protagonistas, allanando el terreno para la aparición de una nueva Liga en la serie de Keith Giffen, J. M. DeMatteis y Kevin Maguire.
Otros eran el pequeño crossover que se formó entre Action Comics, Adventures of Superman y Superman, donde John Byrne, Marv Wolfman y Jerry Ordway contaban unos acontecimientos paralelos entre Superman y Darkseid. En el caso de Wonder Woman, como decíamos antes, el personaje se dejó a un lado por falta de serie propia y para respetar el trabajo que Pérez iba a comenzar a hacer. Con Flash se dio la situación de que por aquel entonces no tenía serie propia y esta no llegaría hasta junio de 1987, por lo que su actuación se limitó a las páginas de Legends. Este es un ejemplo de por qué este evento sería una plataforma de lanzamiento de nuevas series. También lo es el Escuadrón Suicida, que fue introducido en esta saga y de ahí saltaría a su propio comic en mayo de 1987.
A lo largo de Legends se pueden apreciar algunas curiosidades:
En España, Legends fue publicada por primera vez por Ediciones Zinco en forma de serie limitada de seis números, incluyendo además los relatos cortos de Secret Origins dedicados al Fantasma Extraño, un personaje secundario en esta saga que interlocutaba con Darkseid reforzando la idea de las "leyendas". Años después, Norma Editorial lo editó en un libro y Planeta DeAgostini lo volvió a hacer dentro de su colección Sagas DC.
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Crisis on Infinite Earths nº 12 y Legends nº 1. |
Todo comenzó cuando Dick Giordano (Vicepresidente y Editor Ejecutivo) telefoneó a Mike Gold (editor de varios títulos) para proponerle una miniserie al estilo de Crisis y protagonizada principalmente por personajes que iban a tener próximamente sus propias series. Giordano sugirió contar con dos guionistas, uno que con suficiente experiencia para escribir diálogos y otro que diera un enfoque fresco a los personajes. Los autores elegidos fueron John Ostrander y Len Wein. Posteriormente, en las reuniones se estableció utililizar un número muy reducido de personajes, siendo aquellos que podían ser considerados "leyendas" en el Universo DC. Se pretendía así que el proyecto fuese muy manejable y poder hacer hincapié en los caracteres de los personajes.
A la hora de elegir el villano al que tendrían que enfrentarse los protagonistas, la palabra leyenda remitió a los responsables a la legendaria saga que Jack Kirby había hecho en los años 70: el Cuarto Mundo. Darkseid, siempre acompañado de sus acólitos, era una buena elección como villano, y si bien su amenazaba en Legends no estaría al nivel de la del Anti-Monitor en Crisis, seguía siendo el enemigo definitivo del Universo DC. Además, era una la ocasión ideal para introducir la saga de Kirby en el actual contexto y dejar claro que los míticos cómics de "El Rey" seguían vigentes. En esta ocasión, el plan del Dios Oscuro consistía en generar controversia entre la sociedad respecto a los superhéroes con el fin de que se pusiesen en contra de ellos. El argumento era un claro ejemplo de la nueva DC: si hasta entonces los superhéroes de esta editorial habían sido adorados por la gente de a pie de calle, ahora serían vistos como unas rarezas de las que había que desconfiar, un poco en la línea de los superhéroes de Marvel Comics.
Ostrander tomó notas como para hacer ocho episodios y Wein comenzó a escribir los diálogos, encargándose a Bob Greenberger la coodinación de los posibles cruces con otras series. Giordano, por su parte, propuso dos personajes: Flash y el Capitán Marvel. Curiosamente, Superman y Wonder Woman, que en principio era quienes más claramente respondían al perfil de "leyendas" eran los que más inconvenientes daban, pues en esos momentos había planes para renovarlos y no se sabía exactamente en qué iban a consistir esos cambios. Fijémonos en que el primer número de Legends salió en noviembre de 1986 y el primero de la amazona no lo hizo hasta febrero de 1987; los guionistas ignoraban qué podía hacer George Pérez en ese tiempo. Y efectivamente, podía haber problemas de coordinación, pues Pérez no estaba contando una historia sobre el origen del personaje -como hizo Frank Miller con Batman en Año Uno-, sino que la serie en general mostraba sus primeras aventuras y, además, transcurría en el presente del Universo DC. Esto generaba una situación un tanto peculiar: se suponía que los superhéroes llevaban varios años en activo (Batman ya tenía en Jason Todd su segundo Robin, por ejemplo), pero Wonder Woman llegaba en ese momento al mundo de los hombres. Así es que su aparición en Legends se dio en el último número y sin apenas importancia para la historia, si bien tenía valor histórico por ser el primer encuentro entre la amazona y otros superhéroes.
Pero volviendo a la realización del comic, faltaba un dibujante. Se pensó en Ordway, pero no pudo ser posible por que estaba ocupado con unos episodios de Fantastic Four para la competencia, por lo que Giordano le ofreció el proyecto a John Byrne. Este autor estaba ocupado en esos momentos renovando a Superman en la serie limitada Man of Steel y, seguidamente, se iba a encargar de Action Comics y Superman, pero ya era legendaria su capacidad para hacer varios tebeos al mes. El canadiense aceptó con la condición de que Legends se limitase a seis episodios, con el fin de no sobrecargarse de trabajo. A diferencia de Crisis, esta historia no iba a estar tan recargada de personajes, así que Ostrander y Wein no tuvieron problema a la hora de contraerla. Por otra parte, el fichaje de Byrne era idóneo porque así la coordinación con las series de Superman sería mucho más fácil.
Finalmente, Legends fue publicada entre noviembre de 1986 y abril de 1987.
La historia, ya situada en el Universo DC post-Crisis, mostraba integrados a Blue Beetle, Canario Negro, Capitán Marvel y Dr. Destino (hasta entonces, eran personajes que vivían o estaban relacionados con otras tierras), a Wally West como el nuevo Flash (Barry Allen había muerto combatiendo al Anti-Monitor), a la Liga de la Justicia viviendo una de sus últimas aventuras (estaba previsto la cancelación de su serie y el lanzamiento de Justice League), al legionario Cósmico en el siglo 20, a Guy Gardner representando a los lanterns (por aquel entonces, Hal Jordan había perdido el protagonismo)... En el caso de Changeling, la verdad es que no había referencias a nada de lo que acontecía en The New Teen Titans ni tampoco el personaje venía de sufrir cambios de ningún tipo, por lo que pasó de puntillas por Legends. La presencia de Batman también fue testimonial, pues no mostraba ningún cambio y, como mucho, hubo una pequeña referencia a lo que el Joker le había hecho a Catwoman en los Detective Comics de Mike W. Barr y Alan Davis. Tampoco el personaje de Robin mostró el nuevo caracter de Jason Todd, pues el origen callejero no llegaría hasta Batman nº 408 (junio de 1987).
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Justice League of America nº 261 y Justice League nº 1. |
Otros eran el pequeño crossover que se formó entre Action Comics, Adventures of Superman y Superman, donde John Byrne, Marv Wolfman y Jerry Ordway contaban unos acontecimientos paralelos entre Superman y Darkseid. En el caso de Wonder Woman, como decíamos antes, el personaje se dejó a un lado por falta de serie propia y para respetar el trabajo que Pérez iba a comenzar a hacer. Con Flash se dio la situación de que por aquel entonces no tenía serie propia y esta no llegaría hasta junio de 1987, por lo que su actuación se limitó a las páginas de Legends. Este es un ejemplo de por qué este evento sería una plataforma de lanzamiento de nuevas series. También lo es el Escuadrón Suicida, que fue introducido en esta saga y de ahí saltaría a su propio comic en mayo de 1987.
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The Flash nº 1 y Suicide Squad nº 1. |
- En el número 5, John Byrne se mofa de Jim Shooter (un editor de Marvel que se caracteriza por ser muy polémico) a través de un diálogo entre Guy Gardner y Sunspot.
- En el mismo número, Byrne dibuja a Batman dejando la capucha y la capa de color negro, tal vez por influencia de David Mazuchelli en Año Uno, si bien en este punto de la continuidad se suponía que ya llevaba la versión azul.
- Aparece varias veces el Presidente de EEUU Ronald Reegan. La actitud de sublevación de Superman hacia el gobierno norteamericano dio mucho que hablar.
- En esta serie aparece por primera vez Amanda Waller, quien da pie al Escuadrón Suicida, que también será escrito por John Ostrander.
- Algunos de los protagonistas pasarían a formar la nueva Liga de la Justicia: Batman, Blue Beetle, Canario Negro, Capitán Marvel, Detective Marciano Dr. Destino y Guy Gardner.
- Robin (Jason Todd) sufre una paliza de muerte... y, casualidades de la vida, en Detective Comics también había padecido otra por entonces. Con tan mala suerte, no es de extrañar que terminase muriendo en Una muerte en la familia.
- Salvo por el Dr. Destino, en ningún momento aparecen o se hacen referencia a los personajes que pertenecían a Tierra-Dos y que ahora están integrados en el universo post-Crisis, como son los de la Sociedad de la Justicia.
En España, Legends fue publicada por primera vez por Ediciones Zinco en forma de serie limitada de seis números, incluyendo además los relatos cortos de Secret Origins dedicados al Fantasma Extraño, un personaje secundario en esta saga que interlocutaba con Darkseid reforzando la idea de las "leyendas". Años después, Norma Editorial lo editó en un libro y Planeta DeAgostini lo volvió a hacer dentro de su colección Sagas DC.
Enemigos públicos
INTRODUCCIÓN

Esta saga fue publicada en España primero por Norma
Editorial en un tomo y después por Planeta DeAgostini en la serie
regular. La edición de Norma, aunque más cómoda por el formato, tiene el
inconveniente de que le falta una página. Dicha página fue recuperada
en el tomo Superman/Batman: La chica de Krypton.
HISTORIA
Superman y Batman se conocían desde hacía tiempo. Habían trabajado juntos en multitud de ocasiones, pero su relación nunca fue especialmente buena. El evento conocido como Enemigos Públicos sería el primero de muchos otros que llegarían en los que el hombre de acero y el caballero oscuro tendrían que unir sus fuerzas para derrotar a grandes amenazas.
Todo comenzó cuando un gigantesco meteorito de kryptonita iba en dirección a la Tierra. El gobierno norteamericano, presidido por aquel entonces por Lex Luthor, empleó tecnología de Apokolips para lanzar unos potentes misiles y destruir aquella porción de Krypton. Sin embargo el esfuerzo se quedó en nada porque el meteorito siguió su curso. Luthor dio entonces una conferencia de prensa en la que explicó a los ciudadanos el terrible peligro que corría el mundo. Para sorpresa de todos aseguró que el asteroide iba hacia nuestro planeta porque Superman, de origen kryptoniano, estaba aquí. Así pues, Luthor ofreció un billón de dólares de recompensa a quien llevara al superhéroe a las autoridades federales.
De manera paralela Superman y Batman se unieron para resolver el caso de Metallo. Este villano intentó destruir STAR Labs en Metropolis y después, en Gotham, estuvo a punto de acabar con la vida del hombre de acero. En la Batcueva el héroe se recuperó de sus heridas mientras Batman, mediante Oráculo, obtuvo información de STAR Labs de Metallo. Gracias a esto supo que el asesino de sus padres era el propio Metallo cuando aún era un simple ratero conocido como John Corben. Para sorpresa de ambos apareció de la nada un Superman del futuro asegurando que debía detener al del presente. El combate apenas duró unos minutos antes de que Batman le disparase una bala de kryptonita y seguidamente desapareciese sin más.
La oferta de Luthor interesó a un buen número de supervillanos que se lanzaron a la caza de Superman. Entre éstos estaba Silver Banshee, Capitán Frío, Mongul II, Salomon Grundy, Brimstone y otros muchos a los que la pareja de héroes hizo frente. Fue, sin embargo, un grupo de superhéroes liderado por el Capitán Átomo quien más resistencia les puso. Por orden de Luthor este equipo se enfrentó a los dos. Eso sí, entre sus integrantes no todo era lo que aparentaba: Katana, por ejemplo, era una espía de Batman que tenía la misión de informarle y encontrar “al niño”. Uno de ellos, Mayor Fuerza, se convirtió en una amenaza aún peor cuando su traje de contención se rompió. Debido a esto comenzó a liberar su energía atómica y puso en peligro a todo y todos los que estaban a su alrededor. El Capitán Átomo optó entonces por absorberla, y aunque lo consiguió perdió la vida por ello. Convencidos de que debían calmar las cosas, la Sociedad de la Justicia envió a dos de los suyos, Hawkman I y Capitán Marvel, a por la pareja de héroes y, de hecho, lo consiguieron. O así pareció.

Un grupo formado por Nightwing, Robin III, Cazadora, Acero II y Cir-El entró en la Casa Blanca en busca de Superman y Batman, pero las fuerzas armadas del D.O.E. y el propio Luthor les detuvieron. Este último gracias a la inyección de una mezcla de kryptonita líquida y de la droga veneno por la que obtuvo fuerza sobre humana. Pero poco pudo hacer contra el Capitán Marvel y Hawkman I, quienes eran en realidad Superman y Batman respectivamente. Después de haber vencido a aquellos dos de la Sociedad tomaron sus identidades para tener fácil el acceso a la Casa Blanca. A la vez conseguían tiempo para Katana y Power Girl, que debían ir en busca del “chico”. Ahora los dos superhéroes rescataron a sus pupilos y se marcharon para resolver el tema del meteorito de kryptonita. Luthor, molesto porque no había conseguido acabar con sus enemigos, se dispuso a hacerlo por él mismo con una armadura forjada en Apokolips.
El tal “chico” era un joven japonés de 13 años llamado Hiro Okamura o Juguetero, como a él más le gustaba. Como un experto que era en la construcción y diseño de artilugios, Hiro creó un enorme robot que podría acabar con el meteorito, todo pagado por Waynetech, la empresa de la que Batman era dueño. Superman debía pilotar este robot, pero en su lugar lo haría el reaparecido Capitán Átomo, cuya supuesta muerta fue simplemente un salto cuántico al futuro. Gracias a esto entró en contacto con el Superman del futuro. Éste era de una realidad en la que todo había quedado destruido porque no fue capaz de evitar esta crisis. Átomo, ahora consciente de lo que iba a pasar, insistió en que debía ser él quien pilotara el robot porque además de acabar con el meteorito podría absorber la radiación. Así pues, Átomo se embarcó en una misión que terminó exitosamente pero no sin acabar con su vida.
En Metropolis Superman y Batman se enfrentaron a Luthor, ahora más peligroso que nunca por la armadura y la droga que corría por sus venas. La batalla terminó con el empresario cayendo desde lo alto de las Torres LexCorp, que se desplomaron también enterrando a su dueño con toneladas de peso. Antes que esto ocurriese se aclaró que la supuesta autoría de Corben en el asesinato de los Wayne era un engaño creado por Luthor. También que mantenía una estrecha relación con Apokolips y su amo, Darkseid, de ahí que tuviese tecnología como la del Tubo Boom o la de su armadura, además de que fue quien le informó de la llegada del meteorito y del porqué lo hacía. Superman se negó a creer que realmente él era la causa de la arribada del asteoride.
Con Luthor fuera de la presidencia Pete Ross tomó el cago del Gobierno y Superman quedó libre de cargos. Mientras a la Tierra llegaban pequeños fragmentos del gigantesco meteorito de kryptonita, no todos del habitual color verde. Las cosas volvieron a calmarse, aunque Luthor seguía vivo y amenazaba con volver para vengarse…

De manera paralela Superman y Batman se unieron para resolver el caso de Metallo. Este villano intentó destruir STAR Labs en Metropolis y después, en Gotham, estuvo a punto de acabar con la vida del hombre de acero. En la Batcueva el héroe se recuperó de sus heridas mientras Batman, mediante Oráculo, obtuvo información de STAR Labs de Metallo. Gracias a esto supo que el asesino de sus padres era el propio Metallo cuando aún era un simple ratero conocido como John Corben. Para sorpresa de ambos apareció de la nada un Superman del futuro asegurando que debía detener al del presente. El combate apenas duró unos minutos antes de que Batman le disparase una bala de kryptonita y seguidamente desapareciese sin más.
La oferta de Luthor interesó a un buen número de supervillanos que se lanzaron a la caza de Superman. Entre éstos estaba Silver Banshee, Capitán Frío, Mongul II, Salomon Grundy, Brimstone y otros muchos a los que la pareja de héroes hizo frente. Fue, sin embargo, un grupo de superhéroes liderado por el Capitán Átomo quien más resistencia les puso. Por orden de Luthor este equipo se enfrentó a los dos. Eso sí, entre sus integrantes no todo era lo que aparentaba: Katana, por ejemplo, era una espía de Batman que tenía la misión de informarle y encontrar “al niño”. Uno de ellos, Mayor Fuerza, se convirtió en una amenaza aún peor cuando su traje de contención se rompió. Debido a esto comenzó a liberar su energía atómica y puso en peligro a todo y todos los que estaban a su alrededor. El Capitán Átomo optó entonces por absorberla, y aunque lo consiguió perdió la vida por ello. Convencidos de que debían calmar las cosas, la Sociedad de la Justicia envió a dos de los suyos, Hawkman I y Capitán Marvel, a por la pareja de héroes y, de hecho, lo consiguieron. O así pareció.

Un grupo formado por Nightwing, Robin III, Cazadora, Acero II y Cir-El entró en la Casa Blanca en busca de Superman y Batman, pero las fuerzas armadas del D.O.E. y el propio Luthor les detuvieron. Este último gracias a la inyección de una mezcla de kryptonita líquida y de la droga veneno por la que obtuvo fuerza sobre humana. Pero poco pudo hacer contra el Capitán Marvel y Hawkman I, quienes eran en realidad Superman y Batman respectivamente. Después de haber vencido a aquellos dos de la Sociedad tomaron sus identidades para tener fácil el acceso a la Casa Blanca. A la vez conseguían tiempo para Katana y Power Girl, que debían ir en busca del “chico”. Ahora los dos superhéroes rescataron a sus pupilos y se marcharon para resolver el tema del meteorito de kryptonita. Luthor, molesto porque no había conseguido acabar con sus enemigos, se dispuso a hacerlo por él mismo con una armadura forjada en Apokolips.
El tal “chico” era un joven japonés de 13 años llamado Hiro Okamura o Juguetero, como a él más le gustaba. Como un experto que era en la construcción y diseño de artilugios, Hiro creó un enorme robot que podría acabar con el meteorito, todo pagado por Waynetech, la empresa de la que Batman era dueño. Superman debía pilotar este robot, pero en su lugar lo haría el reaparecido Capitán Átomo, cuya supuesta muerta fue simplemente un salto cuántico al futuro. Gracias a esto entró en contacto con el Superman del futuro. Éste era de una realidad en la que todo había quedado destruido porque no fue capaz de evitar esta crisis. Átomo, ahora consciente de lo que iba a pasar, insistió en que debía ser él quien pilotara el robot porque además de acabar con el meteorito podría absorber la radiación. Así pues, Átomo se embarcó en una misión que terminó exitosamente pero no sin acabar con su vida.

Con Luthor fuera de la presidencia Pete Ross tomó el cago del Gobierno y Superman quedó libre de cargos. Mientras a la Tierra llegaban pequeños fragmentos del gigantesco meteorito de kryptonita, no todos del habitual color verde. Las cosas volvieron a calmarse, aunque Luthor seguía vivo y amenazaba con volver para vengarse…
LECTURAS RECOMENDADAS
- Superman/Batman vol. 1 nº 1-5 (Planeta DeAgostini, 2005)
- Superman/Batman: Enemigos públicos (Norma Editorial, 2003)
miércoles, junio 26, 2013
[Reseña] Jóvenes Titanes: Año Uno
Guion: Amy Wolfram
Dibujo: Karl Kerschl
Portada: Karl Kerschl
Recopila Teen Titans: Year One nº 1-6 (2008)
Seguramente, cuando Frank Miller tituló su revisión del mito del Hombre Murciélago (Batman nº 404-407, 1987) no podía imaginar que durante las siguientes décadas DC Comics publicaría multitud de historias denominadas también Año Uno. Lo curioso es que en aquel caso el título tenía pleno sentido, pues la historia se desarrollaba a lo largo del primer año de actividad del personaje, mientras que en el resto de casos suelen cubrir unas pocas aventuras aisladas, en el mejor de los casos. Será, digo yo, que es un factor positivo desde el punto de vista comercial, pues muchos lectores asocian Año Uno con el mítico comic de Batman. Y así es como hemos tenido el Año Uno de la Liga de la Justicia, de Green Arrow, de Nightwing... Por haber, hay hasta de Metamorfo. Algunos son más interesantes que otros, la verdad, pero si uno destaca especialmente es el de los Jóvenes Titanes. O, al menos, a mí me agrada bastante.
Esta serie limitada fue publicada originalmente en 2008 -a España llegó en 2009, directamente en formato tomo-, en una época en la que DC Comics estaba restaurando viejos conceptos de la Edad de Plata: Superman volvía a haber sido Superboy y miembro de la Legión de Superhéroes, la Liga de la Justicia contaba de nuevo con Batman, Superman y Wonder Woman entre sus fundadores, etc. En ese contexto, era ideal revisitar los orígenes de los Jóvenes Titanes, pues aunque es verdad que desde sus primeras aventuras en los años 60 su continuidad no había sufrido cambios (solo en algún momento Wonder Girl había quedado en cierta ambigüedad), también lo es que los viejos cómics de Bob Haney solo son aptos para auténticos seguidores de este equipo. Así es que había que volver a contar las primeras aventuras de los Jóvenes Titanes, pero con guiones y dibujos hechos hoy en día.
El encargo cayó en manos de la guionista Amy Wolfram, conocida principalmente por haber trabajado en la serie de animación Teen Titans. Su planteamiento es sencillo: respetar las ideas originales, pero desarrollarlas de otra forma y aportar matices a los caracteres de los protagonistas, sobre todo a sabiendas de qué les deparararía en el futuro. La historia es la misma que nos contaron en Teen Titans nº 53 (febrero de 1978): algunos miembros de la Liga de la Justicia son controlados por la Antítesis y comienzan a cometer crímenes, por lo que sus jóvenes ayudantes tienen que reunirse para hacerles frente. A raíz de esto, nacen formalmente los Jóvenes Titanes. Wolfram está al tanto de cómo se dieron los acontecimientos, sabe que antes que esto Aqualad, Kid Flash y Robin se reunieron puntualmente en The Brave and the Bold nº 54 (junio-julio de 1964) e incluye una breve referencia a esa aventura, un detalle innecesario pero que genera confianza en la escritora. El encuentro con la Antítesis solo ocupa los tres primeros episodios, el cuarto es una adaptación libre de Teen Titans nº 5 (septiembre-octubre de 1966), en el que aparece el peculiar villano Hormiga; el quinto trata sobre la posible relación amorosa entre Speedy y Wonder Girl, a sabiendas de que cuando ambos sean adultos, volverán a estar juntos; y el último, digamos que es un relato de terror que, además, en cierto modo cierra la serie y deja claro que las aventuras del grupo siguen adelante -aunque para disfrutarlas, tendremos que recurrir a los cómics clásicos, eso sí. En cuanto a la caracterización de los personajes, Wolfram refuerza las personalidades que ya conocíamos -o que de forma retroactiva, así es como las conocemos hoy en día: el Robin con liderazgo, el Kid Flash impulsivo, la Wonder Girl amorosa, el Speedy rudo y seco... Tal vez, donde se toma libertad creativa es con Aqualad, a quien presenta casi como un paria: piel blanca, dientes separados, olor a pescado... Con la necesidad de mojarse cada dos por tres y sin enterarse mucho de cómo van las cosas, Aqualad parece el hazmerreír del grupo. Sin embargo, si somos capaces de dejar a un lado lo que hemos leído anteriormente sobre él, esta visión es francamente divertida.
A todo esto, el dibujante es Karl Kerschl, quien hace aquí el mejor trabajo de su carrera. En otros cómics ya mostraba un estilo ligero y divertido, pero es en Jóvenes Titanes: Año Uno donde realmente destaca. Probablemente, esto se debe a sus dos compañeros de trabajo (unos tales Serge Lapointe y Steph Peru), quienes se encargan del entintado y el color, sin quedar claro qué hace cada uno. Es de suponer que colaboraban tan estrechamente que en los créditos los tres figuran como responsables del dibujo. Creo que es importante señalar que se trata de un tipo de dibujo actual, con líneas finas, diseños caricaturescos, colores muy vivos... No esperéis un estilo recargado o realista, pero sí mucha diversión. Hay viñetas que son una auténtica delicia, en parte porque el guion de Wolfram se presta a ello. Por ejemplo, hay una página en la que Wonder Girl comienza a llorar y sus lágrimas salen como si fuesen auténticos chorros de agua, tanto que salpica en sus compañeros e incluso moja el suelo. Evidentemente, esto es algo irreal, pero con ese enfoque juvenil y con los dibujos de Kerschl, queda de maravilla -y nunca mejor dicho. Hay muchas otras bromas y guiños ocultos, desde el pañuelo que usa Robin al coche que usa Speedy...
En definitiva, un comic muy entretenido que solo tiene un pero: no tiene continuación. Ojalá DC hubiese apostado por una serie regular y seguir contando los orígenes de los Jóvenes Titanes con estos autores.
Portada: Karl Kerschl
Recopila Teen Titans: Year One nº 1-6 (2008)

Esta serie limitada fue publicada originalmente en 2008 -a España llegó en 2009, directamente en formato tomo-, en una época en la que DC Comics estaba restaurando viejos conceptos de la Edad de Plata: Superman volvía a haber sido Superboy y miembro de la Legión de Superhéroes, la Liga de la Justicia contaba de nuevo con Batman, Superman y Wonder Woman entre sus fundadores, etc. En ese contexto, era ideal revisitar los orígenes de los Jóvenes Titanes, pues aunque es verdad que desde sus primeras aventuras en los años 60 su continuidad no había sufrido cambios (solo en algún momento Wonder Girl había quedado en cierta ambigüedad), también lo es que los viejos cómics de Bob Haney solo son aptos para auténticos seguidores de este equipo. Así es que había que volver a contar las primeras aventuras de los Jóvenes Titanes, pero con guiones y dibujos hechos hoy en día.
El encargo cayó en manos de la guionista Amy Wolfram, conocida principalmente por haber trabajado en la serie de animación Teen Titans. Su planteamiento es sencillo: respetar las ideas originales, pero desarrollarlas de otra forma y aportar matices a los caracteres de los protagonistas, sobre todo a sabiendas de qué les deparararía en el futuro. La historia es la misma que nos contaron en Teen Titans nº 53 (febrero de 1978): algunos miembros de la Liga de la Justicia son controlados por la Antítesis y comienzan a cometer crímenes, por lo que sus jóvenes ayudantes tienen que reunirse para hacerles frente. A raíz de esto, nacen formalmente los Jóvenes Titanes. Wolfram está al tanto de cómo se dieron los acontecimientos, sabe que antes que esto Aqualad, Kid Flash y Robin se reunieron puntualmente en The Brave and the Bold nº 54 (junio-julio de 1964) e incluye una breve referencia a esa aventura, un detalle innecesario pero que genera confianza en la escritora. El encuentro con la Antítesis solo ocupa los tres primeros episodios, el cuarto es una adaptación libre de Teen Titans nº 5 (septiembre-octubre de 1966), en el que aparece el peculiar villano Hormiga; el quinto trata sobre la posible relación amorosa entre Speedy y Wonder Girl, a sabiendas de que cuando ambos sean adultos, volverán a estar juntos; y el último, digamos que es un relato de terror que, además, en cierto modo cierra la serie y deja claro que las aventuras del grupo siguen adelante -aunque para disfrutarlas, tendremos que recurrir a los cómics clásicos, eso sí. En cuanto a la caracterización de los personajes, Wolfram refuerza las personalidades que ya conocíamos -o que de forma retroactiva, así es como las conocemos hoy en día: el Robin con liderazgo, el Kid Flash impulsivo, la Wonder Girl amorosa, el Speedy rudo y seco... Tal vez, donde se toma libertad creativa es con Aqualad, a quien presenta casi como un paria: piel blanca, dientes separados, olor a pescado... Con la necesidad de mojarse cada dos por tres y sin enterarse mucho de cómo van las cosas, Aqualad parece el hazmerreír del grupo. Sin embargo, si somos capaces de dejar a un lado lo que hemos leído anteriormente sobre él, esta visión es francamente divertida.
A todo esto, el dibujante es Karl Kerschl, quien hace aquí el mejor trabajo de su carrera. En otros cómics ya mostraba un estilo ligero y divertido, pero es en Jóvenes Titanes: Año Uno donde realmente destaca. Probablemente, esto se debe a sus dos compañeros de trabajo (unos tales Serge Lapointe y Steph Peru), quienes se encargan del entintado y el color, sin quedar claro qué hace cada uno. Es de suponer que colaboraban tan estrechamente que en los créditos los tres figuran como responsables del dibujo. Creo que es importante señalar que se trata de un tipo de dibujo actual, con líneas finas, diseños caricaturescos, colores muy vivos... No esperéis un estilo recargado o realista, pero sí mucha diversión. Hay viñetas que son una auténtica delicia, en parte porque el guion de Wolfram se presta a ello. Por ejemplo, hay una página en la que Wonder Girl comienza a llorar y sus lágrimas salen como si fuesen auténticos chorros de agua, tanto que salpica en sus compañeros e incluso moja el suelo. Evidentemente, esto es algo irreal, pero con ese enfoque juvenil y con los dibujos de Kerschl, queda de maravilla -y nunca mejor dicho. Hay muchas otras bromas y guiños ocultos, desde el pañuelo que usa Robin al coche que usa Speedy...
En definitiva, un comic muy entretenido que solo tiene un pero: no tiene continuación. Ojalá DC hubiese apostado por una serie regular y seguir contando los orígenes de los Jóvenes Titanes con estos autores.
martes, junio 25, 2013
[Reseña] Superman: El reinado de Juicio Final

Dibujo: Ed Benes, Philip Tan, Brett Booth, Miguel Sepúlveda, Marco Rudy, Pete Woods, Jesús Merino, Kenneth Rocafort, Axel Giménez
Portada: Kenneth Rocafort
Recopila Steel nº 1, The Outsiders nº 37, Justice League of America nº 55, Superman / Batman Annual nº 5, Superboy nº 6 y Action Comics nº 901-904.
El reinado de Juicio Final tiene cierto valor histórico, pues recopila la última aventura del Superman pre-The New 52, esto es el del "viejo Universo DC". En las páginas de este libro se cierra la historia que se inició en 1992 cuando Juicio Final mató a Superman y, poco después, este volvió a la vida a la vez que aparecían otros cuatro aspirantes a ser el Hombre de Acero: Acero, Erradicador Superboy y Superman Cyborg. Todo esto condujo al evento El reinado de los superhombres, donde... Bueno, seguro que no hace falta contar todo esto esto, ¿verdad? El tema es que antes de dar carpetazo a la continuidad, los responsables de DC Comics decidieron reunir una vez más a todos estos personajes y despedir la saga de Superman por todo lo grande.
Como podéis ver arriba, este tomo contiene capítulos procedentes de varias series, ya que estamos ante un crossover entre series tan dispares como The Outsiders y Superman / Batman. Y como suele pasar en estos casos, la calidad sufre un vaivén según el capítulo con el que estemos, pues unos están mejor y peor que otros. En realidad, la historia se puede leer perfectamente con los episodios correspondientes a Action Comics, pero es comprensible que ECC Ediciones incluyese todo el material relacionado. Voy a comentarlos uno a uno.
El primer episodio corresponde a la serie Steel -que aunque lucía el número 1 en la portada, en realidad no era el comienzo de una serie regular. Aquí vemos a John Irons volviendo a vestir la vieja amardura de Acero y enfrentándose a un Juicio Final que ha desarrollado nuevas habilidades. Básicamente, es un comic de acción y con poca emoción, ya que cualquier lector presupondrá que Acero no va a ganar. Primero porque sabemos que no está al nivel de Juicio Final, y segundo porque, obviamente, de conseguirlo, terminaría la historia.
El segundo capítulo es más de lo mismo, con Juicio Final yendo a por el Erradicador. Como esta etapa está inédita en España, creo conveniente señalar que en estos momentos el Erradicador era miembro de los Outsiders, de ahí que salga en un comic de este grupo. Hay que señalar también que se cuelan algunas subtramas que no tienen nada que ver con El reinado de Juicio Final, sino que vienen de episodios anteriores y que más bien están relacionadas con todo el jaleo de Nuevo Krypton. El guionista es Dan Didio, así que... En fin, qué le vamos a hacer.
A continuación viene un episodio procedente de la serie Justice League of America, que por entonces estaba escrita por James Robinson, quien también había estado escribiendo las aventuras de Superman. El comic parece un baturrillo de argumentos: Supergirl lamentando la desaparición de Nuevo Krypton, el grave estado de Alan Scott, las apariciones de lanterns: Boodika (un Alpha Lantern) y Saint Walker (un Blue Lantern)... ah, sí, y la aparición de Juicio Final, que es lo que justifica la inclusión. Entre que Robinson hacía una Liga de la Justicia irreconocible y que aquí se mezclan muchos argumentos, el comic es casi indescifrable. Todo hay que decir que, al menos, el final es llamativo.
Y así es como pasamos al quinto Anual de Superman / Batman, donde por fin la historia comienza a coger un poco de interés, pese a que no se aleja de la idea de ver a Juicio Final dándole piñas a algún miembro de la Familia Superman. Como la historia sigue inmediatamente lo visto en el episodio de la Liga, seguimos con la presencia de Supergirl y de Batman, en parte también porque así parece que tiene sentido que El Reinado de Juicio Final se desarrolle en esta colección. Personalmente, lo de ver a alguien sin poderes como Batman (Dick Grayson) sobreviviendo a Juicio Final... no me gusta. Estamos hablando de una bestia del nivel de Hulk, que de puñetazo puede reventar un tanque, así que Batman no debería tener ninguna oportunidad contra él. Por otra parte, hay un salto cualitativo con la entrada del dibujante Miguel Sepúlveda, que prácticamente deja al nivel del betún a Ed Benes y Brett Booth.
La acción salta a Superboy, donde también encontramos con subtramas propias de la colección y sin ninguna relación con este crossover. A estas alturas de la saga, uno ya se tiene que plantear ciertas cosas: ¿es el mismo Juicio Final el que ataca a toda la Familia Superman? Es más, a lo largo de estos cómics podemos apreciar que el monstruo ha desarrollado nuevos poderes, y este comic no es una excepción. ¿A qué se debe estos cambios? La verdad es que la idea de Juicio Final con nuevas habilidades no es una novedad; durante la etapa de Chuck Austen e Ivan Reis en Action Comics, incluso tenía intelecto. Por cierto, que menuda diferencia entre aquellos cómics dibujados por el brasileño y este, donde Marco Rudy intenta dibujar un combate épico, pero no lo consigue.
Por fin, llegan los episodios de Action Comics y con ellos Superman, que hasta ahora no había aparecido aun. Con toda la Familia atrapada por Juicio Final, este peculiar grupo tiene que encontrar la forma de escapar hasta que intervenga el Hombre de Acero. En este tramo final es cuando la historia realmente se vuelve interesante. El guion completo es de Paul Cornell, que venía haciendo una etapa bastante interesante, y los dibujos son de Pete Woods y Jesús Merino, dos habituales en los cómics de Superman desde 2006 en adelante. Quiero destacar especialmente el trabajo del gaditano, que durante mucho tiempo ha estado a la sombra de Carlos Pacheco y que sin él, ahora brilla con luz propia. Como dibujante, aun le quedan muchas horas de aprendizaje, es verdad, pero como entintador... es tremendo. Solo ver cómo entinta a Acero, por el aspecto metálico que luce, ya vale la pena.
En conclusión, yo diría que estamos ante un comic que puede ser interesante para los aficionados de Superman, sobre todo para quienes venían siguiendo sus aventuras desde hace tiempo y quieren ver el gran final de la continuidad post-Crisis. Para el resto, no me parece una compra recomendable, ya que los primeros episodios no aportan gran cosa y solo los últimos son los verdaderamente importantes.
Juicio Final (1992-2011)
INTRODUCCIÓN

Primera aparición:
- Superman: The Man of Steel nº 17 (noviembre de 1992)
HISTORIA
250.000 años atrás, una comunidad científica interplanetaria liderada por un investigador genético llamado Bertron, se embarcaron en el proyecto de crear al ser definitivo gracias a la evolución genética natural, pero manipulada para acelerarla. De este modo, construyeron una superestructura en un área de un planeta donde los vientos eran tan feroces, su temperatura tan extrema y su atmósfera irrespirable para cualquier especie, que sólo unas criaturas asesinas y super adaptadas podían habitarlo. Allí cada día arrojaban a la superficie un bebé humanoide creado in vitro: al principio la atmósfera del planeta le abrasaba los pulmones; después las bestias lo hacían pedazos; pero siempre se recogían los restos y se clonaba un nuevo bebé del tejido del anterior, hasta que año a año se empezaban a notar los resultados. El bebé se hacía resistente a la atmósfera, su aspecto cambiaba para adaptarse al entorno, poco a poco se hacía inmune al veneno de las bestias, luchaba con ellas, aunque moría, pero volvía a ser clonado y clonado una y otra vez...
2 millones de años de evolución los logró Bertron en casi 40 años de trabajo. Su criatura, a la que llamaba El Definitivo, llevaba dos años enteros en el planeta. Había cazado a las bestias nativas hasta extinguirlas; no respiraba, no comía, era completamente sólido sin órganos ni fluidos, y se abastecía de la energía solar. E incluso si era vencido, volvería a la vida evolucionado sobre la fuerza que lo derrotara. Era un ser evolucionado hasta la perfección.
Pero ahora, una vez desierto el planeta, El Definitivo vio como única amenaza la superestructura y la destruyó, matando a todos los científicos, puesto que de algún modo había almacenado genéticamente el recuerdo de que lo hubieran matado y renacido millones y millones de veces. Allí quedó, aislado, hasta que una nave de suministros llegó y se marchó al ver todo destrozado, pero la criatura se aferró a la máquina y fue de polizón. Así llegó al planeta Calaton, donde sembró la destrucción y la muerte hasta que la familia real, que tenía habilidades metahumanas, unió su poder energético para crear un ser de energía pura llamado El Radiante que logró terminar con la bestia.
Lo vistieron con un traje de seguridad y lo arrojaron encadenado al espacio donde flotaría por siempre, pero miles de años más tarde, una corriente de asteroides lo llevó hasta la Tierra, donde impactó y se incrustó en el suelo, donde permaneció hasta que logró salir...
Hace unos años Juicio Final comenzó a destruir todo cuanto encontraba en su camino. La Liga de la Justicia intentó detenerle, pero en aquella época sus miembros no eran precisamente los más poderosos, y pronto cayeron vencidos. Además la fuerza de este ser era tal que ni tan siquiera Superman podía vencerle. Juicio Final fue aproximándose paulatinamente a Metropolis, por lo que había que pararle antes de que provocase un mal mayor. El combate entre el monstruo y Superman terminó con una victoria pírrica por la que aparentemente ambos murieron.

El auténtico Superman volvió a la vida, pero aún con el paso del tiempo siguió recordando con dolor el día de su muerte. En el espacio exterior, el asteroide fue encontrado por un carguero que se dirigía a Apokolips. La guardia de elite de Darkseid no era rival para el monstruo y pronto cayeron a sus pies. En ese momento el Superman cibernético apareció revelando que cuando dejó a Juicio Final en el asteroide también dejó un aparato que le permitió transportar su esencia tras la pelea que tuvo con Superman. Darkseid mismo intentó detener al monstruo, pero casi murió en el intento. En ese momento un Tubo Boom (creado por una Caja Madre, ahora en poder de la criatura) succionó a la bestia y la alejó de Superman, que estaba en dirección a su encuentro. Gracias al viajero Waverider supo que Juicio Final tenía cierta fijación por Metropolis porque podía sentir allí la presencia kryptoniana de Superman. Resulta que el planeta donde se llevaron a cabo los terribles experimentos de la creación de Juicio Final no fue otro que el primitivo Krypton. El monstruo veía a Superman como su creador, Bertron, y por lo tanto como el asesino que lo dejo morir tantas veces, de ahí que quisiese acabar con el superhéroe.
Aunque Juicio Final estaba ausente, el monstruo
volvió aparentemente en dos ocasiones La primera se produjo cuando el
profesor Julian Lazarus creó duplicados holográficos de varios
metahumanos basándose en las pautas mentales de su fallecido hijo. Entre
esos hologramas estaba el de Juicio Final, que fue derrotado por Wonder
Woman y Campeón en un duro combate. La segunda se produjo por culpa del
bromista Mr. Mxyzptlk, que quiso probar la muerte en su propia persona
sacándose de la manga una copia de Juicio Final que le mataría. Después
de tal experimento devolvió a este Juicio Final a la nada.
Pero el auténtico Juicio Final volvió al fin
durante el evento Guerra Juicio Final, por el que el científico coluano
Prin Vnok viajó hasta el fin del tiempo para traerle de vuelta un
instante antes de su muerte. Vnok introdujo en el poderoso cuerpo de la
bestia el el increíble intelecto de su amo: Brainiac. El nuevo y
mejorado Juicio Final derrotó a la Liga de la Justicia y raptó al recién
nacido hijo de Lana y Pete Ross para crear un nuevo y más controlable
Juicio Final. Durante la batalla con Superman, su mente fue expulsada,
permitiendo que el monstruo actuara sin control. Juicio Final fue
atrapado en cuatro tubos teleportadores en la Luna, de manera que su
cuerpo nunca estaría en estado integral, sino siempre en un 25 %,
esperando así tenerle controlado.
Con el fin de combatir a Imperiex, Lex Luthor mandó a
la Luna un nuevo Escuadrón Suicida para traer de vuelta a Juicio Final.
El plan no salió todo lo bien que esperaba, pero aún así Manchester
Black consiguió persuadirle de que debía combatir al destructor cósmico.
Juicio Final, junto a Superman, combatió a las sondas de Imperiex hasta
que fue destruido por éste.
Poco después, en el evento La última risa, el Joker
se infiltró en el Pentágono. Al encontrar el cuerpo de Juicio Final en
su traje de contención el Payaso del Crimen empleó en él su gas de la
risa. El monstruo despiertó de nuevo haciendo de las suyas hasta que
Superman lo detuvo. En esta ocasión el intelecto de Juicio Final había
aumentado, así que Superman le persuadió a que dejase la violencia, cosa
que aprovechó para noquearle. Oficialmente Juicio Final volvió a las
instalaciones americanas, pero en realidad fue trasladado a Apokolips
como parte de un pacto entre Luthor y Darkseid.
En el lejano planeta Apokolips el Dios Oscuro hizo
experimentos con él por los que obtuvo un intelecto corriente que lo
hacía aún más peligroso. De hecho, Juicio Final encontró la forma de
escapar y volver a la Tierra para consumar su venganza. Cuando Superman fue alertado de la llegada de
su llegada solicitó la ayuda de otros superhéroes por cuanto pudiese
ocurrir. Pero había otro enemigo al que batirse antes, Gog, quien
terminó por despertar la ira de Juicio Final, que quería ser él quien
matase personalmente al superhéroe. Todo terminó con el monstruo perdiéndose
aparentemente en el tiempo.
Por otro lado, Darkseid también creó replicó al monstruo con el fin de crear un ejército de Juicio Final, el cual utilizó para invadir Isla Paraíso y capturar a Kara Zor-El. Sin embargo, entre la unión de Superman y Batman con Wonder Woman y el resto de amazonas, y que estos Juicio Final eran réplicas defectuosas, las bestias fueron eliminadas.
Durante Crisis Infinita Juicio Final fue liberado de su cautiverio en una caverna cercana al centro de la Tierra por el Dr. Psico y Warp. El mentalista Psico utilizó además su poder para obligarle a colaborar con la Sociedad Secreta de Supervillanos y atacar la ciudad de Metrópolis. Hicieron falta las fuerzas de Superman y Superman de Tierra-Dos para detener una vez más al monstruo.
DESPUÉS DE CRISIS INFINITA
La siguiente aparición de Juicio Final no llegó hasta el evento Nuevo Krypton, cuando fue utilizado por el General Sam Lane. Con 100 mil kryptonianos en la Tierra, Superman organizó un encuentro entre esta comunidad y el gobierno de los EEUU, el cual fue interrumpido cuando del cielo cayó una bola de fuego y del humo salió Juicio Final. El monstruo fue reconocido por los kryptonianos, concretamente Zor (el padre de Supergirl) se refería a él como "la bestia de los terroristas del Juicio Final". Añadió que "fue creado genéticamente en el antiguo Krypton mediante el violento y vil proceso de la evolución forzada", por lo que Juicio Final odiaba a los kryptonianos, en general. En cualquier caso, durante la batalla, Juicio Final fue llevado a la Luna y murió a manos de los kryptonianos.
Algún tiempo después, en el evento El reinado de Juicio Final, el cuerpo de Juicio Final fue clonado para generar varias réplicas y atacar a la Familia Superman (Acero, Erradicador Superboy y Superman Cyborg), esta vez teniendo la cualidad de adaptarse a sus habilidades: cubrirse con una armadura, usar la telequinesis táctil, controlar los objetos mecánicos... Tal y como se vería a lo largo de la aventura, el villano detrás de estos movimientos era un nuevo personaje llamado Ejecutor Final. El cuerpo de Juicio Final terminaría siendo controlado por Erradicador, quien se sacrificaría por el bien de todos.
DURANTE FLASHPOINT
Debido a las acciones de Flash (Barry Allen) la continuidad fue modificada en el evento Flashpoint. En este nuevo mundo, Juicio Final era un monstruo controlado por el ejército norteamericano -más concretamente por Nathaniel Adams, anteriormente Capitán Átomo-, el cual lo utilizó para atacar a Booster Gold pensando que tenía algo que ver en la guerra entre Aquaman, Wonder Woman y sus respectivos ejércitos.

Durante Crisis Infinita Juicio Final fue liberado de su cautiverio en una caverna cercana al centro de la Tierra por el Dr. Psico y Warp. El mentalista Psico utilizó además su poder para obligarle a colaborar con la Sociedad Secreta de Supervillanos y atacar la ciudad de Metrópolis. Hicieron falta las fuerzas de Superman y Superman de Tierra-Dos para detener una vez más al monstruo.
DESPUÉS DE CRISIS INFINITA
La siguiente aparición de Juicio Final no llegó hasta el evento Nuevo Krypton, cuando fue utilizado por el General Sam Lane. Con 100 mil kryptonianos en la Tierra, Superman organizó un encuentro entre esta comunidad y el gobierno de los EEUU, el cual fue interrumpido cuando del cielo cayó una bola de fuego y del humo salió Juicio Final. El monstruo fue reconocido por los kryptonianos, concretamente Zor (el padre de Supergirl) se refería a él como "la bestia de los terroristas del Juicio Final". Añadió que "fue creado genéticamente en el antiguo Krypton mediante el violento y vil proceso de la evolución forzada", por lo que Juicio Final odiaba a los kryptonianos, en general. En cualquier caso, durante la batalla, Juicio Final fue llevado a la Luna y murió a manos de los kryptonianos.
Algún tiempo después, en el evento El reinado de Juicio Final, el cuerpo de Juicio Final fue clonado para generar varias réplicas y atacar a la Familia Superman (Acero, Erradicador Superboy y Superman Cyborg), esta vez teniendo la cualidad de adaptarse a sus habilidades: cubrirse con una armadura, usar la telequinesis táctil, controlar los objetos mecánicos... Tal y como se vería a lo largo de la aventura, el villano detrás de estos movimientos era un nuevo personaje llamado Ejecutor Final. El cuerpo de Juicio Final terminaría siendo controlado por Erradicador, quien se sacrificaría por el bien de todos.
DURANTE FLASHPOINT
Debido a las acciones de Flash (Barry Allen) la continuidad fue modificada en el evento Flashpoint. En este nuevo mundo, Juicio Final era un monstruo controlado por el ejército norteamericano -más concretamente por Nathaniel Adams, anteriormente Capitán Átomo-, el cual lo utilizó para atacar a Booster Gold pensando que tenía algo que ver en la guerra entre Aquaman, Wonder Woman y sus respectivos ejércitos.
LECTURAS RECOMENDADAS
- La muerte de Superman (Planeta DeAgostini, 2008)
- Superman / Juicio Final: Cazador / Presa (Ediciones Zinco, 1995)
- Superman vol. 1 (Planeta DeAgostini, 2006)
- Superman / Batman: Apocalipsis (Planeta DeAgostini, 2011)
- Crisis Infinita nº 3 (Planeta DeAgostini, 2007)
- Superman vol. 2 nº 30 (Planeta DeAgostini, 2007)
- Superman: El reinado de Juicio Final (ECC, 2012)
- Booster Gold vol. 2 nº 5 (ECC, 2012)
lunes, junio 24, 2013
[Animación] Superman: Sin límites

Título edición española: Superman: Sin límites
Fecha de publicación: 2013
Basada en los cómics Action Comics nº 866-870, recopilados en Superman: Brainiac. En España, publicados en Superman vol. 2 nº 26-28 (Planeta DeAgostini, 2009), recopilados en Superman de Geoff Johns nº 3: Brainiac (Planeta DeAgostini, 2011).
Sinopsis: Adaptación de Superman: Brainiac, saga de Geoff Johns y Gary Frank en el que nos presentaban, con motivo de la continuidad de Nueva Tierra, su propia versión de Brainiac.
Comentarios: Superman: Sin límites es una nueva película de animación protagonizada por el Hombre de Acero. Como viene siendo habitual desde hace unos años, esta película está basada directamente en un comic, en este caso en la historia Brainiac.
En el comic, Superman conocía al verdadero Brainiac después de muchos años encontrándose con simples sondas de exploración, las cuales buscaban planetas con grandes conocimientos y así nutrir a su amo, un ser ansioso por el saber. Quien ya sabía de su existencia era Supergirl, pues había vivido en sus propias carnes cómo Brainiac llegaba a Krypton y extraía la ciudad de Argo, precisamente donde su familia vivía. Por esto, cuando el villano llega a la Tierra para llevarse consigo Metrópolis, Kara tiene que superar sus miedos y ayudar a su primo.
En su momento, Brainiac sirvió para presentar la nueva y definitiva versión de este villano después de mucho tiempo introduciendo otras que no habían terminado de cuajar entre los lectores. Con guiones de Geoff Johns y dibujos de Gary Frank, este relato fue definitorio para Brainiac, como también fue fundamental en la historia reciente de Superman, pues dejaba dos importantes consecuencias: la muerte de un personaje muy conocido y la llegada a la Tierra de 100 mil kryptonianos, los cuales tendrían especial protagonismo en la saga Nuevo Krypton.
En la película, algunas partes del argumento original se han simplificado o incluso suprimido, con el fin de que quede una historia autoconclusiva. Pero, básicamente, es muy fiel al comic. Curiosamente, se ha añadido una trama sobre la relación amorosa entre Clark y Lois, la cual en los cómics hubiera sido imposible de desarrollar porque la pareja ya estaba felizmente casada. También llama la atención la fidelidad con la que se ha introducido aquí a Supergirl e incluso algunos personajes secundarios como Cat Grant o Steve Lombard, que servían para presentar algunas situaciones cómicas, si bien en la película no tienen especial importancia.
Argumento aparte, la animación es bastante mejor que en algunas películas anteriores -lo cual es de agradecer, la verdad. Cabe señalar que en el comic, Gary Frank dibujaba a Superman con el rostro de Christopher Reeve y da la impresión de que en la película también lo han intentado, aunque personalmente, el resultado final me parece que queda raro. Por último, añadir que en la versión original el actor John Noble (El Señor de los Anillos, Fringe) le pone la voz a Brainiac.
Esta película está a la venta en España, tanto en formato físico como digital (iTunes, Nubeox, etc.) y los precios varían de un sitio a otro. Respecto al comic, fue publicado en Superman vol. 2 nº 26-28 (Planeta DeAgostini, 2007) y reeditado en el libro Superman: Brainiac (Planeta DeAgostini, 2011).
Superman en Lidl

Lo primero de todo es que al llegar al parking se puede ver un enorme cartel que señala que Lidl es el distribuido oficial de los productos de Superman. También hace hincapié en que nos hagamos fans de su página en Facebook para poder ganar "fantásticos premios".
Una vez entro dentro, y sin saber dónde pueden estar los productos de Superman, los encuentro casi de casualidad, allá por la zona intermedia del local. Lo primero que veo son ejemplares de un álbum titulado Héroes astutos que, curiosamente, muestra a Superman con su aspecto tradicional.
Justo al lado están los ejemplares de El origen de Superman, un comic publicado por ECC Ediciones que recopila la miniserie Secret Origin, de Geoff Johns y Gary Frank. El precio es de 7,95 €, pero Lidl aplica el 5 % de descuento, así que aun sale más económico. Se trata de una edición que intenta aprovechar el tirón de la película, de ahí que es tan asequible, y que se vende sola y exclusivamente en Lidl con el fin de intentar captar nuevos lectores. Si aun no lo tenéis, yo de vosotros iría a comprarlo.
Siguiendo de izquierda a derecha, había un montón de sandalias de Superman, e incluso unos cuantos muñecos basados en la película.
Sin salir del pasillo, pero en otra estantería, había un montón de comestibles con la marca de Superman: agua, cola, chocolate, patatas... Parecía el rincón de los freaks obesos.
De todo esto, yo compré lo que había ido a buscar: El origen de Superman. En su momento pasé de la edición de Planeta DeAgostini porque el formato era muy grandote. Pero esta segunda edición me parece perfecta y no la he desaprovechado.
domingo, junio 23, 2013
Respuestas a las críticas sobre Man of Steel (2)
Aquí va la segunda tanda de respuestas a las críticas que voy encontrando sobre Man of Steel.
No creo que de una película que argumentalmente es un remake de Superman I y II se pueda decir que es arriesgada. Lo mismo cuando narrativamente es un pastiche de Batman Begins en su primera parte (héroe vagabundo que se busca a sí mismo y pasado explicado mediante flashbacks con moralinas del padre, en este caso sonrojantes) y Transformers en la segunda (ejército captura alien bueno, alien bueno + ejército vs aliens malos=destrucción total)
¡Qué manía con hablar de otras películas! No entiendo por qué la gente se empeña en pensar que todo tiene que ser una copia de una película, casi como si menospreciasen el comic comic medio para hacer historias cuando todo el material de Man of Steel está extraído de algún comic. La idea del Clark vagabundeando por el mundo fue introducida por John Byrne y años después explorada, sobre todo, por Mark Waid en Birthright. En Action Comics nº 653 incluso se publica el "álbum de recuerdos de los Kent" y ahí podemos ver a Clark en la India, en la Gran Muralla China, en Alta Sierra, en Bangkok, en las pirámides del Sudán... Se le ve salvando a gente de una inundación, por ejemplo.
¿Estais seguros de que es una adaptación de Superman? Lo digo porque eso de que destruya la ciudad que intenta salvar es mas típico de Superlopez.
Más de lo mismo. Al parecer, cuando estas cosas pasan en la pantalla, la gente se percata de ello. Pero cuando vienen ocurriendo desde hace décadas en los cómics, nadie le da la más mínima importancia. Echamos un vistazo a Action Comics nº 700, el fin de la saga La caída Metrópolis, donde vemos grandes destrucciones... seguramente, para algunos esto sería una copia de alguna película reciente o algo así, pese a que el tebeo es del lejano 1994. Aquí encontramos a Superman atravesando la ciudad o incluso haciendo zanjas en la calle para intentar detener unos misiles. ¿Superlópez? No, no, Superman.
Es un refrito de imágenes directamente saqueadas de (que no inspiradas en) Dune, la segunda trilogia de Star Wars, Matrix (en esta saga ha encontrado un filón, y no sólo para las peleas aéreas: ¡esa granja de vainas donde nacen los bebés kriptonianos!, pero Zack, hijo, ¿es que no tienes vergüenza?
Oh, claro, como Matrix es la culminación de la originalidad... ¡Por favor! Venga, vamos a los tebeos: el Krypton que vemos en Man of Steel es el que representó John Byrne: tierras áridas, gigantescas torres, robots ayudantes (el robot Kelex, que sale en la película, también viene de estos cómics)... La idea de que en Krypton los niños ya no nacen de forma natural se deja claro en Superman: The Man of Steel nº 1, y aquí Lara dice "¡Enviaste a un sirviente a sacar la matriz de las cámaras de gestación!". Así es que aunque no se ve como tal, en este Krypton existen unas cámaras de gestación y unas matrices... de las cuales vemos la de Kal-El, por lo que sabemos que tienen forma ovalada. En definitiva, que en Man of Steel veamos una "granja de vainas donde nacen los bebés kryptonianos" no es una copia de Matrix, ni mucho menos, sino que existía en los cómics de Superman desde 1986.
si un niño de ocho años ni entiende ni disfruta una película de Superman que ha costado 225 millones de dólatres, es que esa película está mal hecha.
No hay que generalizar. Que a UN niño no le guste, no significa que a tooooodos los niños del mundo no les guste. Por cierto, cuando se estrenó Batman (1989) yo era un crío y tampoco la entendí... Y no, no me parece una mala película.
Yo hablo de sensaciones personales y que no es lo mismo la ilusión de ver “moverse y volar” por primera vez a Superman cuando se tiene 6 años que a los …y tantos. Ahora mis ojos ven más cosas pero entonces sólo veían ilusión. Por cierto consideras Superman de Donner una película infantil? Y no estoy anclado a nada pero las cosas, las emociones son diferentes a una edad que a otra.
Las películas de Richard Donner son infantiles, claro que sí -lo cual no tiene por qué ser malo, añado. Y están plagadas de giros argumentales que muchos olvidan, tal vez por nostalgia. Quiero decir, estamos hablando de unas películas en las que Superman le dice a Lois que viene del planeta Krypton y esta no hace ni una mueca de sorpresa. Vamos, al parecer es lo más normal encontrarse con un alienígena. Y qué decir de la secuencia en la que el protagonista gira alrededor de la Tierra ¡para retroceder en el tiempo!
¿y les dejan hacer ESE final? ¿ESE? ¿Y encima se lo hacen a Zod?
Sin ánimo de repetirme, pero... insisto, en Superman II, el "Punisher de capa roja" y su novia matan a tres kryptonianos lanzándolos por un precipicio cuando ya no eran un peligro (habían perdido sus poderes). ¿Por qué nadie se ha quejado de eso en más de 30 años?
Esta peli tiene un problema gordo y es que al final Superman lo que hace es solucionar un problema que él mismo ha creado (sin saberlo).
¡Pufff! No. El problema estaba ahí (Zod y los suyos buscaban a Kal-El), otra cosa es que se haya adelantado en el tiempo gracias a que Superman, cuando está buscando la verdad sobre su origen, da una señal de dónde está.
En cualquier caso, si nos ponemos así también podemos decir que la destrucción de Coast City (el hogar de Green Lantern) y la muerte de sus ciudadanos es culpa de Superman, ya que el villano Superman Cyborg se hizo a sí mismo a partir de su ADN kryptoniano.
Continuará...
No creo que de una película que argumentalmente es un remake de Superman I y II se pueda decir que es arriesgada. Lo mismo cuando narrativamente es un pastiche de Batman Begins en su primera parte (héroe vagabundo que se busca a sí mismo y pasado explicado mediante flashbacks con moralinas del padre, en este caso sonrojantes) y Transformers en la segunda (ejército captura alien bueno, alien bueno + ejército vs aliens malos=destrucción total)
¡Qué manía con hablar de otras películas! No entiendo por qué la gente se empeña en pensar que todo tiene que ser una copia de una película, casi como si menospreciasen el comic comic medio para hacer historias cuando todo el material de Man of Steel está extraído de algún comic. La idea del Clark vagabundeando por el mundo fue introducida por John Byrne y años después explorada, sobre todo, por Mark Waid en Birthright. En Action Comics nº 653 incluso se publica el "álbum de recuerdos de los Kent" y ahí podemos ver a Clark en la India, en la Gran Muralla China, en Alta Sierra, en Bangkok, en las pirámides del Sudán... Se le ve salvando a gente de una inundación, por ejemplo.
¿Estais seguros de que es una adaptación de Superman? Lo digo porque eso de que destruya la ciudad que intenta salvar es mas típico de Superlopez.
Más de lo mismo. Al parecer, cuando estas cosas pasan en la pantalla, la gente se percata de ello. Pero cuando vienen ocurriendo desde hace décadas en los cómics, nadie le da la más mínima importancia. Echamos un vistazo a Action Comics nº 700, el fin de la saga La caída Metrópolis, donde vemos grandes destrucciones... seguramente, para algunos esto sería una copia de alguna película reciente o algo así, pese a que el tebeo es del lejano 1994. Aquí encontramos a Superman atravesando la ciudad o incluso haciendo zanjas en la calle para intentar detener unos misiles. ¿Superlópez? No, no, Superman.
Es un refrito de imágenes directamente saqueadas de (que no inspiradas en) Dune, la segunda trilogia de Star Wars, Matrix (en esta saga ha encontrado un filón, y no sólo para las peleas aéreas: ¡esa granja de vainas donde nacen los bebés kriptonianos!, pero Zack, hijo, ¿es que no tienes vergüenza?
Oh, claro, como Matrix es la culminación de la originalidad... ¡Por favor! Venga, vamos a los tebeos: el Krypton que vemos en Man of Steel es el que representó John Byrne: tierras áridas, gigantescas torres, robots ayudantes (el robot Kelex, que sale en la película, también viene de estos cómics)... La idea de que en Krypton los niños ya no nacen de forma natural se deja claro en Superman: The Man of Steel nº 1, y aquí Lara dice "¡Enviaste a un sirviente a sacar la matriz de las cámaras de gestación!". Así es que aunque no se ve como tal, en este Krypton existen unas cámaras de gestación y unas matrices... de las cuales vemos la de Kal-El, por lo que sabemos que tienen forma ovalada. En definitiva, que en Man of Steel veamos una "granja de vainas donde nacen los bebés kryptonianos" no es una copia de Matrix, ni mucho menos, sino que existía en los cómics de Superman desde 1986.
si un niño de ocho años ni entiende ni disfruta una película de Superman que ha costado 225 millones de dólatres, es que esa película está mal hecha.
No hay que generalizar. Que a UN niño no le guste, no significa que a tooooodos los niños del mundo no les guste. Por cierto, cuando se estrenó Batman (1989) yo era un crío y tampoco la entendí... Y no, no me parece una mala película.
Yo hablo de sensaciones personales y que no es lo mismo la ilusión de ver “moverse y volar” por primera vez a Superman cuando se tiene 6 años que a los …y tantos. Ahora mis ojos ven más cosas pero entonces sólo veían ilusión. Por cierto consideras Superman de Donner una película infantil? Y no estoy anclado a nada pero las cosas, las emociones son diferentes a una edad que a otra.
Las películas de Richard Donner son infantiles, claro que sí -lo cual no tiene por qué ser malo, añado. Y están plagadas de giros argumentales que muchos olvidan, tal vez por nostalgia. Quiero decir, estamos hablando de unas películas en las que Superman le dice a Lois que viene del planeta Krypton y esta no hace ni una mueca de sorpresa. Vamos, al parecer es lo más normal encontrarse con un alienígena. Y qué decir de la secuencia en la que el protagonista gira alrededor de la Tierra ¡para retroceder en el tiempo!
¿y les dejan hacer ESE final? ¿ESE? ¿Y encima se lo hacen a Zod?
Sin ánimo de repetirme, pero... insisto, en Superman II, el "Punisher de capa roja" y su novia matan a tres kryptonianos lanzándolos por un precipicio cuando ya no eran un peligro (habían perdido sus poderes). ¿Por qué nadie se ha quejado de eso en más de 30 años?
Esta peli tiene un problema gordo y es que al final Superman lo que hace es solucionar un problema que él mismo ha creado (sin saberlo).
¡Pufff! No. El problema estaba ahí (Zod y los suyos buscaban a Kal-El), otra cosa es que se haya adelantado en el tiempo gracias a que Superman, cuando está buscando la verdad sobre su origen, da una señal de dónde está.
En cualquier caso, si nos ponemos así también podemos decir que la destrucción de Coast City (el hogar de Green Lantern) y la muerte de sus ciudadanos es culpa de Superman, ya que el villano Superman Cyborg se hizo a sí mismo a partir de su ADN kryptoniano.
Continuará...
sábado, junio 22, 2013
Respuestas a las críticas sobre Man of Steel (1)
Después de haber visto y disfrutado de Man of Steel, me ha llamado la atención la multitud de críticas negativas que, desde mi punto de vista, no tienen ninguna base y que, sinceramente, me dan un poco de vergüenza ajena. Porque si viniesen de críticos de cine que no han leído un comic en su vida, aun tendría un pase, pero viniendo de lectores de cómics... Es que no tienen perdón. A la vista de esto, he decidido responder algunas de estas perlas y de la forma más gráfica posible. Y es que por suerte, no hay más que conocer la historia de Superman para darse cuenta de que todo lo que se ve en esta película, también se ha visto en un momento u otro en los cómics. Aviso de que podéis encontraros con alguno que otro spoiler.
La acción parecía por momentos una mezcla de un documental de Megaconstrucciones, Transformers 3 e Independence Day
Euh... Pues igual que en cientos de cómics de superhéroes. Véase, por ejemplo, la saga Panic in the sky!
Pero... ¿y lo que molan los dragones voladores kryptonianos, eh?
No entiendo qué hay de malo en que en Krypton haya "dragones voladores". Por los cómics sabemos que allí hay desde perros (Krypto) a gatos (Streaky), pasando por monos (Beppo) o caballos (Comet), además de bestias ficticias, como las que pudimos ver en Superman: The Man of Steel nº 95. Es más, si atendemos a la miniserie The World of Krypton, los habitantes de este planeta se desplazaban en unas aeronaves que tenían forma de aves. ¿Casualidad? En absoluto: Man of Steel está basada en buena parte en los cómics de John Byrne.
Me ha sorprendido mucho esta visión tan de héroe de acción de Jor-El: ¡¡¡parece Gladiador en muchos momentos!!!
Pues no hay que sorprenderse de nada: en Action Comics nº 776, Jor-El combate al General Zod y sus tropas de asalto usando un guantelete especial y un arma de fuego. De hecho, es quien da el golpe de gracia al villano y provoca su muerte.
Y hablando de muertes...
Por cierto, ¿alguien ha ido a ver ya la película esa del Punisher de Krypton con una capa roja?
Lo que hay que leer.
Al parecer, muchos desconocen que en sus orígenes Superman era un tipo bastante agresivo, tanto como que entraba en un domicilio así sin más y se llevaba al dueño para atemorizarlo. Cogía un coche y lo estampaba, como se podía ver en la portada Action Comics nº 1. O pillaba a un tipo ¡y lo dejaba colgando en un tendido eléctrico!
Es más, cuando Chuck Austen e Ivan Reis comenzaron su etapa en Action Comics nº 814 se basaron precisamente en el Superman primigenio, presentando así un personaje mucho más violento.
Y ahora llega lo peor con diferencia de la película: Superman MATA A ZOD. Y esto no me gustó nada porque Superman nunca mata: es su esencia. Matar es contranatura del personajes y más teniendo en cuenta que prácticamente Zod le obliga y así consigue su victoria definitiva. La única vez que Superman mató en un comic fue al final de la Saga del Universo de bolsillo de Byrne y justamente también a Zod y eso provocó muchos problemas psicológicos a Superman y en la película….pues a otra cosa, mariposa
No. Superman -y todos los superhéroes, en general- no matan porque entonces se quedarían sin villanos. Y como esto es un negocio, los editores no se pueden permitir quedarse sin Lex Luthor o el Joker, por ejemplos. Pero Superman ha matado, claro que sí. Lo hizo en Action Comics nº 583 cuando asesinó a Mr. Mxyzptlk, también en la etapa de John Byrne cuando mató al General Zod y otros dos kryptonianos, lo hizo en Superman nº 75 cuando acabó con la vida de Juicio Final (luego resultó que aun estaba vivo, pero en ese momento se suponía que estaba muerto)... ¿Qué debería haber hecho Superman cuando se encontró con Juicio Final? "¡Oh, córcholis! ¡No, no puedo matarlo pese a que está arrasando Metrópolis y pueden morir MILES de personas!". Y eso mismo es lo que pasa en la película: si no mata a Zod, este matará a la humanidad.
Sorprendentemente, los haters que rajan de Man of Steel y ensalzan las películas de Christopher Reeve no se acuerdan de las cosas que pasaban en ellas: en Superman II, este "Punisher de capa roja" suprime los poderes de Zod y sus secuaces, al General le rompe la mano y lo estampa contra una pared... Al final, los tres mueren cayendo de un precipicio -uno de ellos a manos de Lois Lane, por cierto. Eso sí, como todos sonríen y se lo toman de coña, ¡aquí no pasa nada!
El papel de Lois es excesivamente intrépido: va con el ejército de misión, dando ordenes a los soldados, luchando pistola en mano cual Lara Croft me parece excesivo pero bueno, se agradece una visión distinta de Lois.
¿Excesivamente intrépido? En absoluto. Mira, por ejemplo, Action Comics nº 655.
Continuará...
La acción parecía por momentos una mezcla de un documental de Megaconstrucciones, Transformers 3 e Independence Day
Euh... Pues igual que en cientos de cómics de superhéroes. Véase, por ejemplo, la saga Panic in the sky!
Pero... ¿y lo que molan los dragones voladores kryptonianos, eh?
No entiendo qué hay de malo en que en Krypton haya "dragones voladores". Por los cómics sabemos que allí hay desde perros (Krypto) a gatos (Streaky), pasando por monos (Beppo) o caballos (Comet), además de bestias ficticias, como las que pudimos ver en Superman: The Man of Steel nº 95. Es más, si atendemos a la miniserie The World of Krypton, los habitantes de este planeta se desplazaban en unas aeronaves que tenían forma de aves. ¿Casualidad? En absoluto: Man of Steel está basada en buena parte en los cómics de John Byrne.
Me ha sorprendido mucho esta visión tan de héroe de acción de Jor-El: ¡¡¡parece Gladiador en muchos momentos!!!
Pues no hay que sorprenderse de nada: en Action Comics nº 776, Jor-El combate al General Zod y sus tropas de asalto usando un guantelete especial y un arma de fuego. De hecho, es quien da el golpe de gracia al villano y provoca su muerte.
Y hablando de muertes...
Por cierto, ¿alguien ha ido a ver ya la película esa del Punisher de Krypton con una capa roja?

Al parecer, muchos desconocen que en sus orígenes Superman era un tipo bastante agresivo, tanto como que entraba en un domicilio así sin más y se llevaba al dueño para atemorizarlo. Cogía un coche y lo estampaba, como se podía ver en la portada Action Comics nº 1. O pillaba a un tipo ¡y lo dejaba colgando en un tendido eléctrico!
Es más, cuando Chuck Austen e Ivan Reis comenzaron su etapa en Action Comics nº 814 se basaron precisamente en el Superman primigenio, presentando así un personaje mucho más violento.
Y ahora llega lo peor con diferencia de la película: Superman MATA A ZOD. Y esto no me gustó nada porque Superman nunca mata: es su esencia. Matar es contranatura del personajes y más teniendo en cuenta que prácticamente Zod le obliga y así consigue su victoria definitiva. La única vez que Superman mató en un comic fue al final de la Saga del Universo de bolsillo de Byrne y justamente también a Zod y eso provocó muchos problemas psicológicos a Superman y en la película….pues a otra cosa, mariposa
No. Superman -y todos los superhéroes, en general- no matan porque entonces se quedarían sin villanos. Y como esto es un negocio, los editores no se pueden permitir quedarse sin Lex Luthor o el Joker, por ejemplos. Pero Superman ha matado, claro que sí. Lo hizo en Action Comics nº 583 cuando asesinó a Mr. Mxyzptlk, también en la etapa de John Byrne cuando mató al General Zod y otros dos kryptonianos, lo hizo en Superman nº 75 cuando acabó con la vida de Juicio Final (luego resultó que aun estaba vivo, pero en ese momento se suponía que estaba muerto)... ¿Qué debería haber hecho Superman cuando se encontró con Juicio Final? "¡Oh, córcholis! ¡No, no puedo matarlo pese a que está arrasando Metrópolis y pueden morir MILES de personas!". Y eso mismo es lo que pasa en la película: si no mata a Zod, este matará a la humanidad.
Sorprendentemente, los haters que rajan de Man of Steel y ensalzan las películas de Christopher Reeve no se acuerdan de las cosas que pasaban en ellas: en Superman II, este "Punisher de capa roja" suprime los poderes de Zod y sus secuaces, al General le rompe la mano y lo estampa contra una pared... Al final, los tres mueren cayendo de un precipicio -uno de ellos a manos de Lois Lane, por cierto. Eso sí, como todos sonríen y se lo toman de coña, ¡aquí no pasa nada!
El papel de Lois es excesivamente intrépido: va con el ejército de misión, dando ordenes a los soldados, luchando pistola en mano cual Lara Croft me parece excesivo pero bueno, se agradece una visión distinta de Lois.
¿Excesivamente intrépido? En absoluto. Mira, por ejemplo, Action Comics nº 655.
Continuará...