miércoles, marzo 20, 2019

[Reseña] El Hombre de Acero

El Hombre de Acero (ECC).
Guion: Brian Michael Bendis
Dibujo: Ivan Reis, Jason Fabok, Evan Shaner, Steve Rude, Ryan Sook, Kevin Maguire y Adam Hugues
Portada: Ivan Reis
Edición española: ECC Ediciones, noviembre de 2018. 19,95 €.
Contiene The Man of Steel nº 1-6.

★    No me ha gustado nada

Brian Michael Bendis lo ha conseguido: con solo los seis números de The Man of Steel ya puede ser considerado uno de los peores guionistas de Superman. Entra en una lista que incluye a otros escritores, como Jeph Loeb, Brian Azzarello o Scott Lobdell, que por desidia o falta de talento hicieron unos trabajos espantosos con este personaje. Tampoco es de extrañar teniendo en cuenta que sus mejores cómics (Alias, etc.) quedan cada vez más lejos y en los más recientes (Nueva Patrulla-X, etc.) ya mostraba síntomas de agotamiento. Había esperanza en que con el cambio de aires recuperaría la creatividad de antaño, pero desde luego no ha sido así en estos primeros cómics de Superman.

SINOPSIS: ¡Ideal para nuevos lectores! El aclamado guionista Brian Michael Bendis (Torso) lidera una nueva era para Superman, que arranca con el despertar de una antigua amenaza, destinada a destruir al Hombre de Acero. Mientras Superman lucha por entender lo sucedido con [SPOILER], tendrá que lidiar con un enemigo cuyo único deseo es arrasar Metropolis. ¡Primera entrega dibujada por la megaestrella Ivan Reis (La Noche Más Oscura)! Tras renovar el universo de Marvel Comics durante más de dos décadas, Brian Michael Bendis, ganador de varios premios Eisner, icono del cómic independiente, reconocido como uno de los mejores guionistas de superhéroes de la historia, se une a la familia de DC Comics. ¡Y lo hace a lo grande, tomando las riendas de la franquicia del Último Hijo de Krypton! ¡Acompañado de artistas de la talla de Ivan Reis, Jason Fabok, Evan Shaner, Steve Rude, Ryan Sook, Kevin Maguire y Adam Hughes!

La llegada de Bendis a DC Comics generó altas expectativas, después de que este guionista había sido el principal arquitecto del Universo Marvel durante años, y más aún por ocuparse del mismísimo Superman. A esto también contribuyó DC Comics concediéndole una serie limitada, de título The Man of Steel, que remitía a la mítica miniserie realizada por John Byrne en 1987 hasta el punto de que el logotipo es casi idéntico. Sin embargo, el parecido entre las dos obras es inexistente, más allá del mencionado rótulo. Aquí Bendis no reinicia la continuidad de Superman y respeta lo acontecido en las series de Dan Jurgens (Superman: Action Comics, 10 números) y Peter Tomasi (Superman, 24 números). Entonces, ¿a qué viene este logo? A nada en particular.

Hay que recordar que este Superman y su esposa Lois Lane son los mismos personajes que existían en el viejo Universo DC, quienes sobrevivieron al flashpoint gracias que habían sido secuestrados (véase Convergencia), tuvieron un hijo (Jon) y llegaron finalmente al Nuevo Universo DC. ¿Confuso? Es normal. Pero hay que tenerlo en cuenta o, al menos, los guionistas deberían tenerlo en cuenta. El problema está en que estas cosas le vienen grande a Bendis... y se nota. Porque, por ejemplo, si este Superman piensa en su planeta Krypton debería hacerlo en aquel que hubo hasta los cómics de 2011, el que idearon Geoff Johns y Kurt Busiek y que remitía a las películas de Richard Donner: un mundo gélido y cristalino, un Jor-El de pelo blanco y una larga túnica gris... En cambio, si Superman piensa en Krypton y le vienen a la cabeza la versión que hubo entre 2011 y 2016, es evidente que es un error de continuidad. Pues eso es lo que pasa en este comic: que Superman se reencuentra con cierto personaje de Krypton, quien luce un atuendo que no es propio de la versión que él conoce... y ni se inmuta.

En general, a Bendis no se le dan bien las historias de superhéroes, menos aún respetar la continuidad. Porque si ya se equivocaba en Marvel, ¿cómo no lo va a hacer en DC? Sin embargo, parece ser que ni él mismo es consciente de su déficit de conocimiento de los cómics y aquí plantea que la destrucción de Krypton fue cosa de un individuo llamado Rogol Zaar... como si esto fuera algo novedoso. Alguien debería haberle advertido de que esto ya lo hizo J. M. Straczynski en Superman: Tierra Uno, lo cual puede estar bien en una historia alternativa pero no tanto en una historia que se supone canónica. Así es que la brillante idea para empezar esta etapa es introducir a un tipo que se parece a Terrax, que no hace nada que no se haya visto recientemente... y que, básicamente, se dedica a romper cosas y a liarse a puñetazos con Superman. Si pensabas que Juicio Final es un personaje con una pobre caracterización, espera a conocer a Rogol Zaar.

Mientras tanto, hay una subtrama que trata sobre unos incendios en Metrópolis, en la que se implica una jefa de bomberos...  Presumiblemente, esto se desarrollará en los números de Action Comics y Superman que Bendis escribe a continuación, pero ¿por qué meter aquí esta subtrama? No está relacionada con la llegada de Rogol Zaar, tampoco desemboca en nada ni está a la altura de unos cómics que, se supone, deben ser impactantes para captar nuevos lectores. Todo lo relacionado con la bombera y los incendios sobra, directamente. Puedo entender que introduzca esta trama menor en las series regulares, pero en una serie limitada que, aparentemente, pretende ser épica... desentona.

Por último, hay una tercera línea argumental de la que se va sabiendo a cuentagotas y que aspira a crear una gran sorpresa en el último número. Es la parte en la que a Clark, Lois y Jon se les aparece una ¿nave? de la que sale un misterioso individuo, quien tiene planes para el chaval. Esto no estaría mal si no fuera porque no se explica cómo ha llegado este personaje, no se demuestra que realmente sea él... y porque Lois, en lugar de negarse a dejar marchar a su hijo con un desconocido, quien se supone que está muerto y aquí está vivo, pero le falta un ojo... se desmelena y se va con ellos. Al parecer, su única preocupación es que tiene que escribir un libro y así le vendrá alguna idea. ¿Cómo un guionista puede pensar que este es un comportamiento razonable en Lois Lane? Está todo tan mal escrito.

En definitiva, la llegada de Bendis es decepcionante y está muy lejos de las expectativas que pudo haber generado. Solo cabe esperar que mejore en la etapa en Action Comics y Superman y que poco a poco le coja el punto al personaje y su entorno.

LA EDICIÓN ESPAÑOLA

ECC Ediciones ha lanzado dos ediciones de The Man of Steel. La primera es una serie limitada de seis números en formato grapa. La segunda es un tomo recopilatorio que se caracteriza por que las portadas originales se han reproducido en un póster extraíble.

viernes, marzo 15, 2019

[Reseña] Nuestros Mundos en Guerra

Nuestros Mundos en Guerra nº 1 (ECC).
Guion: Jeph Loeb, Joe Kelly, Joe Casey, Peter David y otros
Dibujo: Ed McGuiness, Mike Wieringo, Doug Mahnke, Kano, Leonard Kirk, Ron Garney, Pasqual Ferry y otros
Portada: Jae Lee
Edición española: ECC Ediciones, enero de 2019. 42,5 €.
Contiene Superman núms. 171-173, Adventures of Superman 593-595, Superman: The Man of Steel 115-117, Action Comics 780-782, Supergirl 59, JLA: Our Worlds At War, Impulse 77, Superboy 91, Wonder Woman 172-173, Young Justice 36, World's Finest: Our Worlds at War

★ ★   No me ha gustado

Los buenos cómics no solo tiene un buen guion o un buen dibujo, también tienen una buena organización. Y cuando se trata de un evento, esto es fundamental. Hay eventos que afectan solo a una familia de series en particular, pero hay otros que trascienden de sus límites y alcanzan a todo el Universo DC. La noche más oscura, por ejemplo, surgió de los acontecimientos que había tenido lugar en las páginas de Green Lantern, y dado que el argumento tendía a afectar a todos los personajes de la editorial, terminó saliendo en una serie limitada propia, a generar multitud de crossovers y especiales... Sin embargo, la organización del evento fue perfecta. Si el lector solo quería seguir la serie limitada en cuestión, ahí tenía todo lo necesario. Si además quería saber cómo afectaba a Hal Jordan y sus compañeros, para eso estaban Green Lantern y Green Lantern Corps. Y si tenía curiosidad por ver cómo la trama afectaba al resto de personajes, podía hacerlo con las series limitadas de Batman, de Superman, de Flash... La organización era tan buena que un lector de Batman o Detective Comics podía seguir fielmente sus series sin ver entorpecidos los argumentos en curso, ya que el evento no afectaba a la mayoría de títulos. En cambio, cuando la organización de un evento no es buena, la historia se resiente. Y esto es lo que le pasa a Nuestros Mundos en Guerra.

SINOPSIS: Superman, la JLA, las amazonas y Atlantis se preparan para plantarle cara con la ayuda de un aliado improbable: el mismísimo Darkseid. Pero ¿qué pacto ha firmado el señor de Apokolips con Lex Luthor, el presidente de Estados Unidos?

Allá por 1999 Jeph Loeb empezó a escribir la serie Superman y en los tres primeros números introdujo a un personaje llamado Imperiex, quien desde el principio apuntaba a ser un gran villano. El nombre era grandilocuente, el diseño recordaba la estética kirbyriana... Superman, con ayuda de Mongul, lo derrotaba, pero al término de la saga se revelaba que, en realidad, se trataba solo de una sonda, de un "mini-Imperiex", y que el auténtico y grandioso villano aún estaba ahí. En 2001 la trama  se resolvería definitivamente en una saga titulada Our Worlds At War, si bien anteriormente se habían dado algunos hechos que allanaron el terreno, como la llegada de Lex Luthor a la Casa Blanca o que el D.O.E. se llevara el cuerpo de Mongul. Parecía que todo estaba formaba parte de un plan. Que todo estaba atado y bien atado.

Por entonces, Superman protagonizaba cuatro series regulares, por lo que la saga se desarrolló en estas pasando por varios equipos creativos. Comenzó con Superman nº 171 de Loeb y Ed McGuiness, siguió con Adventures of Superman nº 593 de Joe Casey y Mike Wieringo... así sucesivamente. Y debido a la magnitud de la historia, se extendió durante tres meses, o sea, un total de 12 números. A esto hay que añadir números de otras series (Impulse, etc.) e incluso números únicos (JLA: Our Worlds At War, etc.) donde también se reflejó lo que estaba aconteciendo. Así es que lo que empezó como una trama en Superman terminó cubriendo en mayor o menor medida todo el Universo DC. La historia lo justificaba, ya que Imperiex amenazaba con destruirlo todo y la Tierra se aliaba con otras fuerzas cósmicas, como Darkseid.

Desgraciadamente, la organización y el desarrollo del evento es un desastre. Hay tantos problemas que cuesta enumerarlos todos.

Primero: hay demasiados equipos creativos. En Crisis en tierras infinitas, en Leyendas... son historias que pueden gustar más o menos, pero son cómics hechos por un equipo creativo que están de principio a fin dándole una homogeneidad a la obra. El problema de Nuestros Mundos en Guerra que pasa por muchas manos. Hay demasiados guionistas, hay demasiados dibujantes... hay demasiados cambios de estilo. Y si a esto se añaden los números extraídos de otras series y los números únicos, la sensación de heterogeneidad es mayor. Evidentemente, es difícil encontrar un dibujante que lo haga absolutamente todo. Pero, tal vez, hubiera sido mejor una serie limitada con la trama principal y que estuviera realizada íntegramente por los mismos autores dejando las series regulares de Superman para tocar aspectos secundarios. Por ejemplo, Lois Lane escribiendo notas sobre cómo está llevando esta guerra planetaria.

Segundo: la coordinación entre las series regulares es pésima. Lo normal sería que la historia pasara de una serie a otra de forma natural, que se sintiera como un todo... Pero no es así. Cada episodio parece romper con lo anterior, como si tuviera una historia propia que contar. Por ejemplo, el tercer capítulo (The Man of Steel nº 115) comienza con que los ciudadanos de Metrópolis han sido abducidos... pero en el anterior (Adventures of Superman nº 593) no se sugiere nada así. Se pasa de una página donde Lois Lane habla con su padre a plena luz del día a otra en la que ella, Clark y otros muchos han sido transportados a una nave extraterrestre mientras estaban durmiendo. No hay fluidez entre los capítulos. La coordinación es tan mala que el tercer capítulo termina con Superman en solitario frente a Darkseid... y el cuarto empieza con Superman acompañado por la Liga de la Justicia. ¿En qué momento han aparecido?

Tercero: Loeb... lo hace todo mal. El primer capítulo de la saga (Superman nº 171) es una buena muestra del desastroso trabajo de este guionista. Lo normal sería pensar que este número debería crear ambiente, introducir al villano... Por ejemplo, se podía haber empezado con una página del espacio profundo en la que se viera "algo" aproximarse hacia la "cámara" dejando al lector con la incógnita de qué se trata. Así hasta que en la última página se retomara esa secuencia, solo que ahora se aclararía que se trataba de Imperiex. Pero no. Aquí Loeb pierde el tiempo con una historia intrascendente, cuya única finalidad parece ser la de que McGuiness se divierta dibujando a los Cinco Fatales. Lo gracioso es que hasta el tercer capítulo no se señala que el villano es Imperiex, donde Mark Schultz ni se preocupa por explicar quién es, tampoco por poner una imagen en flashback para que el lector pueda ver al villano. Al parecer, los lectores que se han subido al carro con motivo del evento deben saber quién es y qué aspecto tiene. Esto se nota aún más cuando se lee en formato tomo, como es el caso, ya que aquí no se contienen aquellos tres primeros números que escribió Loeb.

Cuarto: sobran subtramas. En el primer capítulo Superman termina diciendo "¿Para qué habrá destruido Brainiac 13 un planeta entero? ¿Para sacarme de la Tierra?" Pues... no se sabe. No parece haber una respuesta clara, más allá de que a Loeb le apetecía poner a Superman en el espacio. En el segundo capítulo se sugiere que hay unas revueltas en el país ficticio Pokolistán, en el cuarto Lex Luthor encomienda a Superman a que vaya a Berlín porque ha sido atacado por "el General" de Pokolistán, a quien ya conoce... de nuevo, pasa que el lector recién llegado no entiende nada, ya que esto viene de un número anterior (Action Comics nº 779). Todo para meter un enfrentamiento con el General Zod y... ¿para qué? No aporta absolutamente nada. En el segundo capítulo se forma un Escuadrón Suicida liderado por Manchester Black, quien dice que tiene la misión de probar "algo"... ¿qué es ese "algo"? Chi lo sa. También dice que ya se puede liberar a Mongul. ¿Y para qué? Unos capítulos después sale Mongul tirado en tierra y aparentemente muerto... ¿para qué había que liberarlo? ¿Por qué los guionistas creen que es una buena idea lanzar incógnitas y no despejar ninguna? ¿A qué huelen las nubes?

Quinto: hay momentos anticlimáticos. Utilizar a Juicio Final como "arma de destrucción masiva" contra Imperiex está bien, pero... ¿era necesario anunciarlo en portada? ¿Hacía falta ponerlo en el título del comic (El protocolo Juicio Final)? Debe ser la sorpresa menos sorprendente del mundo. Peor aún: cuando aparece Juicio Final lo hace de una forma desangelada, en unas viñetas con un tamaño normalito... Si había un momento para poner un dibujo a página completa, era este. Porque la aparición de Juicio Final debería ser algo realmente impactante. Por otra parte, qué decir de las muertes que se producen: es difícil hacerlas menos dramáticas. ¿A quién le importará que maten a x personaje, si aún no lo había visto en toda la saga y puede que ni sepa quién es?

Hay tantas cosas mal, tantas cosas que se podían haber hecho mejor... Sobran los discursos de los antiguos Presidentes de los EE.UU., esos textos que no enriquecen la historia y que, seguramente, los lectores terminarán ignorándolos de lo aburridos que son. Al final, los mejores episodios de esta saga son los dos de Wonder Woman que hace Phil Jimenez, los cuales sí transmiten la sensación de dramatismo y de épica que deberían caracterizar una historia como esta, que además son coherentes consigo mismos. Y que tenga que venir una serie ajena a ofrecer lo mejor de un evento de Superman... tiene narices.

LA EDICIÓN ESPAÑOLA

Esta historia fue publicada por Norma Editorial en Las aventuras de Superman: Mundos en Guerra, por Planeta DeAgostini en la colección Universo DC: Superman y por ECC Ediciones en Nuestros Mundos en Guerra. Sin duda, esta última es la mejor edición española que se ha hecho de la saga.

Este libro recopila los números correspondientes de las cuatro series de Superman, así como episodios de Supergirl, Wonder Woman, Young JusticeImpulse relacionados con el evento y los especiales JLA y World's Finest. Está encuadernado en tapa dura, respeta el formato original y reproduce las portadas originales. Cabe señalar que ECC está reeditando la etapa de Loeb en la colección Un nuevo milenio y que en el tomo 5 (Regreso a Krypton) hay un salto entre un episodio y otro... esto se debe a que en ese hueco va Nuestros Mundos en Guerra. Es decir, en lugar de publicar el evento como parte de esa colección de Superman, ECC la ha extraído para dedicarle un tomo propio.

En cuanto a las otras dos ediciones, la de Norma es aceptable. Se centró en el material de Superman y los dos especiales omitiendo los cruces de Supergirl, etc., aunque los de Wonder Woman al menos salieron en el libro Paraíso Perdido. Consta de cuatro tomos en tapa blanda que, actualmente, se pueden conseguir a buen precio, por lo que es una opción económica para acceder al grueso principal de esta historia.

Respecto a la edición de Planeta, también es una opción a tener en cuenta. Eso sí, es una edición de bolsillo, así es que... Concretamente, salió entre los tomos 3, 4 y 5 de esta colección con el inconveniente añadido de que en el 3 hay episodios previos y en el 5 episodios posteriores, por lo que si uno quiere sola y exclusivamente la saga en cuestión tiene que pagar por otros cómics. Como Norma, aquí se incluyen los dos especiales, pero también los dos números de Wonder Woman.

Por último, decir que también salieron especiales de Nightwing, JSA, Flash, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Young Justice, Harley Quinn e incluso un Secret Files and Origins. De este material, el de Batman salió en la colección La sombra del murciélago (Norma) y en un Grandes Autores - Ed Brubaker (ECC). El de Wonder Woman también salió en un Grandes Autores - Phil Jimenez (ECC). El de Harley Quinn lo hizo en Noche y día (ECC). El resto, salvo error, está inédito en España. 

martes, marzo 12, 2019

El logotipo de Batman que nunca se debió usar

Entre 2005 y 2011 la licencia de DC Comics para España estuvo en manos de Planeta DeAgostini. Durante aquel primer año la editorial apenas pudo publicar algunas obras puntuales, y en lo que se refiere a Batman en particular solo salieron dos coleccionables coincidiendo con la película Batman Begins (2005).

Batman nº 635 y Batman nº 10 (PdA).
Hubo que esperar a 2006 para, por fin, tener una serie regular de este personaje, la cual se caracterizó por salir en formato tomo, por recoger un número de cada título (Detective Comics, etc.), por un peculiar olor... y por no mantener el logotipo que, originalmente, aparecía en esos cómics. El packager, Funthunter, hizo un diseño un tanto atípico, ya que no tenía nada que ver con el que salía en las ediciones americanas.

Como se puede ver en la comparativa de las portadas de Batman nº 635 y Batman nº 10, el diseño de la edición española es totalmente diferente del original. Los americanos usaban un logotipo diseñado por Chris Gardner en el que se veía de forma enigmática a Batman y la capa extendida, y que era un actualización de otro de los años 60, mientras que Fanhunter se sacó de la manga un logo escorado en la esquina superior izquierda, a lo que se añadía la numeración en la esquina inferior. Evidentemente, el dibujo (en este caso, de Matt Wagner) estaba hecho pensando estarían en una deteminada posición... pero no en que en una edición española se inventarían una composición totalmente distinta.

En lo que se refiere a las otras series contemporáneas, como Detective Comics o Gotham Knights, estas presentaban diseños propios, pero en la edición española eran igualmente omitidos. Por ejemplo, la portada de Detective Comics nº 790 (marzo de 2004) fue adaptada en Batman nº 1 sustituyendo el logotipo original por este de Fanhunter.

Esta colección de Planeta solo duró 12 números, ya que fue cancelada con motivo del relanzamiento conocido como One Year Later, terminando así la breve trayectoria del "logo escorado".

Batman nº 655 y Batman nº 1 (PdA).
En 2007 Planeta publicó los primeros números de esta nueva etapa en el tomo Batman: Un año después, el cual respetó el logotipo original. Sin embargo, cuando la editorial lanzó una serie regular en formato grapa, de nuevo reincidió en el absurdo: en portada aparecía un logotipo de Batman que no era propio de estos cómics. Se trataba de uno inspirado en las películas Batman Forever (1995) y Batman and Robin (1997) y que, aunque se utilizó en los cómics entre 1995 y 1999, no se había vuelto a usar desde entonces.

En este caso, el desastre fue mayor si cabe: mientras que en la edición americana el logo se adaptaba en cada comic al coloreado de la portada, en la edición española este logo de los 90 siempre tenía el mismo aspecto. Daba igual que hubiera un fondo de color rojo o gris que Planeta utilizaba el logo con el mismo aspecto. Solo en los números 31 y 32, en los que se recogía el arco La batalla por la capucha, eliminaron el murciélago, presumiblemente por la falta de espacio.

Batman and Robin nº 1 y Batman nº 35 (PdA).
Este logo estaba en desuso desde los 90, remitía a dos películas poco apreciadas por los seguidores del Hombre Murciélago... tenía un aspecto casi metálico y en relieve que en su momento sería rompedor pero, visto hoy en día, era hasta excesivo. Curiosamente, en Planeta nadie debía darse cuenta del error y persistían en ello todos los meses. Las minimalistas portadas de Frank Quitely en los números que recopilaban Batman and Robin se veían empañadas por un logotipo que llegaba como un elefante a una cacharrería.

En Planeta no solo no veían el error, sino que además lo ponían en el resto de cómics de la época: en Vida después de la muerte, en Arkham Renacido... allí donde había que poner solo un "batman" en portada, ahí estaba el logo de los 90. Algunas series, como Calles de Gotham, se escaparon, seguramente porque el texto era más extenso y se hubiera tenido que modificar el logo.

Durante este periodo que va de 2007 a 2012 el editor en Planeta fue David Hernando, quien anteriormente había escrito el libro teórico El resto es silencio, en el que se puede apreciar el uso de la misma fuente (batman forever), así es que... ¿tal vez fue una decisión propia basándose en el aparente aprecio que tenía por este logo? Probablemente, el uso indiscriminado de este logo se debió a la comodidad para el packager de poner siempre el mismo, independientemente de que la portada viniera de un Batman, de un Batman and Robin... En cualquier caso, es evidente que las portadas en su edición original lucen mejor que en la española.