Mientras tanto, en 1998 Norma Editorial adquirió los derechos para España de Vertigo. A la vista de que Vid no publicaba nada de esta línea, es de suponer que no tenía la licencia de estos cómics, por lo que Norma tenía el camino abierto para conseguirlos, o los mexicanos renegaron de ellos a sabiendas de que no iban a hacer uso de ellos. En cualquier caso, no es de extrañar que dos líneas editoriales de DC estuviesen en manos de empresas diferentes, ya que con el paso de los años esta situación se repetiría en varias ocasiones. Sin embargo, lo que sí sorprendía es que título correspondiente al Universo DC, como es Lobo, sí que fuese publicado por Norma cuando debería ser editado por Vid. Todo esto evidencia la complejidad que había alcanzado la edición de DC Comics en España durante estos tiempos.
La publicación de Vertigo por parte de Norma fue excelente, dando salida a multitud de series (Los Invisibles, Predicador, Sandman, etc.) en unas ediciones muy cuidadas, si bien los precios eran prohibitivos (generalmente, cuadernos de 48 páginas por 750 pesetas). La serie de Lobo y algunos productos relacionados (Batman/ Tarzán, Superman / Terminator, Joker / Máscara) se publicaron en las mismas condiciones.
NORMA-VID
Norma, una editorial que siempre se había mostrado reacia a los cómics de superhéroes, y que tiraba hacia los cómics de autor, se sentía a gusto editando cómics firmados por autores tan ilustres como Garth Ennis, Grant Morrison o Neil Gaiman. Pero aun con todo, parecía tener entre sus objetos conseguir los derechos para publicar el Universo DC, algo que a partir de 2000 parecía cada vez más posible. Ese año, Rafael Martínez (gerente de Norma) y Manelick de la Parra (Vid) anunciaron un acuerdo para la edición conjunta de Batman y Superman. La edición para España se haría en castellano, solucionado así los problemas producidos por las peculiaridades del español iberoamericano que había caracterizado a Vid. El acuerdo incluiría además la distribución del resto de títulos que Vid publicaba en España, al igual que la distribución de los títulos de Norma en Sudamérica (la línea Vertigo y Lobo).
Nota: Este vídeo fue publicado en el CD que venía con la revista Top Comics nº 1. Se trata de un documento que hasta ahora no se había podido ver en Internet, así que se puede decir que es una exclusiva de este blog.
En el Salón del comic de Barcelona de 2000 aparecieron los primeros cómics (Batman: Guerra y Superman: Paz), claramente editados por Norma y pensando en el público español pero luciendo el sello de Vid, todo conforme al acuerdo anteriormente explicado. Ya en esos momentos se hablaba de la posible edición de Hitman, una serie poco importante en el Universo DC pero que estaba escrita por Ennis, lo cual apuntaba a los verdaderos intereses de Norma: los cómics firmados por autores de prestigio que ya les habían funcionado correctamente. En cualquier caso, en el resto de este año no se volvió a publicar nada, generando cierto desánimo entre los lectores.
Hubo que esperar hasta 2001 para presenciar el verdadero regreso de Batman y Superman al mercado español. El planteamiento fue el siguiente: una serie regular para cada personaje, cuadernos en formato prestigio de 48 páginas (750 pesetas) y periodicidad mensual; en algunos momentos puntuales, esto cambiaría subiendo a 72 páginas y publicando dos números en un solo mes. En paralelo a estas colecciones se editarían miniseries (Largo Halloween, Por todas las estaciones) o especiales (Infectado, Superboy's Legion), también con características similares en cuanto a encuadernación y precio. En momentos puntuales, como el Salón del Manga de 2001, también se daría salida a otros productos, como fue Batman: El regreso del Señor de la Noche.
El punto elegido por Norma para comenzar su andadura con las colecciones regulares fue 1999: ese año, en las series de Batman se había desarrollado la interesante saga Tierra de Nadie, que venía como consecuencia de Cataclismo -que se había podido seguir gracias a la edición de Vid- y que iba a convertirse en una historias más arriesgadas jamás publicadas del Hombre Murciélago. En este caso, la elección parecía bastante acertada. Es más, Norma se animó a comenzar con Ruta hacia Tierra de Nadie, que básicamente eran tres episodios de cada una de las series americanas (Batman, Detective Comics y Shadow of the Bat), además de un episodio de Azrael, que allanaban el terreno para la saga propiamente dicha. Se trataba de unos episodios innecesarios (DC nunca los ha incluido en los recopilatorios de No Man's Land), pero que aclaraban cómo se había llegado al punto de que Gotham City iba a ser abandonada.
En el caso de Superman, el punto de arranque fue el mismo. En 1999 las series de este personaje, además de algunos especiales, presentaron la saga Rey del mundo, la cual era bastante interesante, aun con los lógicos altibajos que suelen sufrir los crossovers, ya que la calidad era desigual teniendo, por ejemplo, unos episodios realizados por Stuart Immnonen y otros por Dan Jurgens. Aunque en general Rey del mundo era una historia decente, la percepción que tenían los lectores era la de que venía a ser más de lo mismo que se había visto durante los últimos años. Cabe recordar que desde La muerte de Superman hasta esos momentos, el personaje había pasado por todo tipo de cambios, algunos muy peculiares, como la etapa del "Superman eléctrico". Esta percepción negativa también la tenían los lectores americanos, de ahí que en 2000 se renovó de arriba abajo los equipos creativos, y esa etapa era precisamente la que le interesaba a los españoles. A su pesar, Norma no solo prefirió comenzar con Rey del mundo, que cubría los seis primeros meses de 1999, sino continuar con los cómics del resto de este año. Paradójicamente, mientras los artículos hablaban de los futuros cómics de Jeph Loeb y las imágenes promocionales mostraban dibujos del explosivo Ed McGuiness, la edición española seguía empantanada con unos cómics que realmente no les interesaba a casi nadie.
Volviendo al factor precio, las ediciones de Norma eran excesivamente caras para los bolsillos de la mayoría de los consumidores potenciales. La editorial era reacia al formato comic book y se decantaba por formatos de mayor calidad, pero también más costosos, dirigiéndose a ese público tan exigente como minoritario. En 2001, los cómics de Batman y Superman de 48 páginas (dos números USA) costaban 750 pesetas (4,51 euros), los de 72 páginas (3 números USA) costaban 975 pesetas (5,85 euros)... si hacemos la comparación con los productos de Planeta DeAgostini (Forum), comprobaremos que la diferencia de precios era considerable: un comic corriente salía por 250 pesetas, un comic de 48 páginas por 395 pesetas, un tomo de Spiderman (cuatro números USA) por 595 pesetas... Evidentemente, la tirada de ejemplares de Planeta y la de Norma no sería la misma, tampoco la popularidad de los personajes (Marvel está muy arraigado en el mercado español), pero era imposible no hacer comparaciones.
Respecto al acuerdo Norma-Vid, en cuestión de meses se extinguió sin dar explicaciones de ningún tipo. En octubre de 2001 las cuatro publicaciones (Batman nº 7, Batman: Largo Halloween nº 7, Superman nº 9 y Superman: Evolución americana) lucían en sus portadas los sellos de Vid y de Norma, pero a partir de noviembre desapareció el de los mexicanos. Tal vez terminó la licencia de Vid para España, tal vez prefirieron retirarse y dejar el mercado español en manos de Norma... Nadie explicó nada y, a decir verdad, a ningún lector español le interesaba lo más mínimo lo que pudiese pasar con Vid.
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