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Principios básicos para editar bien un cómic

Escrito por Peribáñez el viernes, octubre 07, 2022 | viernes, octubre 07, 2022

1) Hay que respetar las fuentes tipográficas. O, al menos, utilizar una fuente que genere la misma impresión.

Antiguamente, cuando la rotulación se hacía de forma manual, en EEUU había grandes rotulistas (letters, en inglés), que incluso eran premiados por su trabajo... en España se hacía una rotulación propia, a veces simplemente funcional, otras destacando con auténticos artesanos como Pere Olivé. En cualquier caso, los parecidos entre la rotulación original y la española podían ser remotos, pero era un mal menor y, en general, se comprendía que esto fuera así.

La rotulación original vs. La rotulación de PdA. 
Con la llegada de la era digital la rotulación en los cómics se volvió más compleja y sofisticada, ya que las posibilidades son mayores: hay miles de fuentes tipográficas. Sin embargo, cabe pensar que, por fin, se pueden superar las viejas diferencias entre las ediciones americanas y españolas: si los letters utilizan una fuente, también el rotulador español puede hacerlo. Desgraciadamente, la realidad no es esa.

En los últimos 10 ó 15 años hemos visto multitud de cómics editados en España en los que no se adaptan las rotulaciones originales, ni siquiera utilizando una fuente medianamente similar. Hay una fuente, que por regla general es válida, y se aplica a todo. El problema viene cuando el cómic tiene, como decía antes, una rotulación más compleja y presenta, por ejemplo, textos con un aspecto robótico (porque el personaje que habla es un robot): si se aplica esa fuente corriente, se pierde parte del trabajo original. Cada medio tiene unas características y el medio cómic se caracteriza por poder dar personalidad visualmente a la voz de los personajes.

Uno de los casos más sangrantes fue All-Star Superman (Planeta DeAgostini). En la segunda edición que hubo de este cómic se corrigieron los errores, pero en la primera, con las prisas por llegar al Salón de Barcelona, se colaron muchos detalles de este tipo. Se colaron o, tal vez, simplemente no le dieron mayor importancia. Tener que simular las fuentes originales es más faena... Probablemente los editores consideran, por una cuestión de costes, que no vale la pena el esfuerzo.


2) En los tomos, las portadas originales se deben reproducir antes de cada episodio contenido. Es decir, en lugar de poner las portadas al final del libro, poner cada una antes del episodio al que corresponde.

Las portadas cumplen la función de mostrar en un solo vistazo el contenido del cómic y llamar la atención del posible comprador. DC, concretamente, tiene una larga experiencia intentando conseguir las mejores portadas posibles, de ahí que recurren a grandes ilustradores como Brian Bolland (Batman: Gotham Knights, The Flash, etc.), Adam Hugues (Catwoman, Wonder Woman, etc.), Dave Johnson (100 Bullets, Detective Comics, etc.) y otros. Si las portadas se reproducen al final del libro, el lector no las ve hasta que termina la lectura y se pierde el efecto inicial.


3) Las portadas deben respetar el diseño original. Esto es que la rotulación española debe parecerse lo más posible a la original.

Las portadas de las ediciones americanas pueden ser pequeñas obras de arte. Una portada no es, simplemente, el dibujo, el rótulo de la serie, el logo de la editorial y el número... También puede haber rótulos que indican que ese número marca el inicio de una historia, que dan más fuerza a la imagen...

Si nos fijamos en Outsiders nº 2, por ejemplo, hay un rótulo con un aspecto salvaje y con el texto Bite Me, que acompaña el dibujo de Tom Raney en el que se ve una boca monstruosa desde un punto de vista interior. En cambio, en la edición española ese rótulo es omitido y se pierde parte de la impresión original. Lo normal sería que se diseñara un rótulo similar con el texto Muérdeme.

Outsiders nº 2 en edición USA y española. 

4) Las portadas deben respetar el color original del logo de la serie. Cada portada tiene un dibujo distinto, con unos colores diferentes... y el logo de la serie puede ser de color blanco, negro, amarillo, rojo... Es decir, se cambia el color para adaptarse al resto de la portada.

Si miramos la portada de Preacher nº 3, por ejemplo, el logo es color blanco. En el número 5, en cambio, es de color amarillo. El rótulo tiene el mismo diseño, pero el color cambia según el dibujo, los colores... En cambio, en la edición española esto no es así: se utiliza el mismo color en todos los números, sin atender al producto original.

Preacher nº 3 y 4 y Predicador 2 y 3 (Pda).

1 comentarios :

CarmenL dijo...

Yo no estoy de acuerdo en dónde insertar las portadas. O mejor, no creo que haya un único modo. Es cierto que las portadas sirven para atraer la atención del posible lector. Pero en un tomo, esa función desaparece. Y en cambio, si se intercalan, muchas veces ejerce de 'coitus interruptus'. Estas leyendo una historia y de golpe te corta el rollo una ilustración que, a veces ejerce de avance, y otras de 'revienta historia'. Eso sí, siempre deberían traducirse. No tiene sentido estar leyendo algo en castellano y, de golpe, que aparezcan unos globos en inglés. Si es por respetar la página original, mejor compramos en inglés y nos ahorramos disgustos.